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¿Has tenido una relación de la cual quieres salir, pero sientes no poder?

pareja-feliz
Foto(s): Cortesía
Redacción

Daniela Clarisa Concha León

En el cierre de la nota del sábado pasado aludí a los fantasmas de la feminidad, del amor y del deseo, en los cuales quedó envuelta nuestra protagonista. Para explicar esto tomaré un hecho que va a trascender en el psiquismo de Salma, la mirada.

Ser especial y el desencuentro

Ella asegura que Omar la miró de manera “distinta”. Esta experiencia la conocemos prácticamente todas las mujeres. Podemos suponer que se refiere a la sensación de creerse especial para Omar, que dentro de él ella tiene un lugar privilegiado, sitio que ninguna de las otras ha ocupado pues, al igual que aquella mirada, ella es “especial”.

La experiencia que las mujeres tenemos al relacionarnos con los hombres a través de los años nos confirma que somos nosotras quienes llenamos de contenido su mirada, lejos estamos de imaginar lo que esta significa realmente para ellos. Generalmente cuando un hombre mira de tal manera a una mujer, esté lo llamará enamoramiento. Por la investigación psicoanalítica se ha elucidado que, en el caso del hombre, el enamoramiento es la manera en que se permite el acceso a su goce sexual.

Efectivamente hay una mirada distinta, pero quién llena de contenido e interpreta es Salma, porque es algo que constantemente buscamos las mujeres, este es un fantasma de la feminidad. Cuando encontramos esa mirada poco nos importa todo lo que nos acarree, quedamos a merced de nuestro deseo, queremos sentirnos el centro de aquel objeto de amor, el cual, dentro de su enamoramiento, se presenta como proveedor de ilusiones, muy al estilo de la canción de Joan Sebastian: “Cruzaré los montes, los ríos, los valles por irte a encontrar, salvaría tormentas, ciclones, dragones sin exagerar…”, de esta manera podemos decir que el hechizo se cumple entre el fantasma del amor de la mujer y el goce sexual masculino.

Por otro lado, las mujeres sabemos lo que es verse reflejada en los ojos del ser amado y sentir que somos el inicio y final de su existir. Es ahí donde muchas mujeres depositan sus expectativas, pues el sentimiento de estar sobre las otras es imperante. De igual forma se impone aquello que parece una necesidad, tener todo de ese hombre. 

Continuemos con la historia de amor

En la primera cita, Omar decidió que fueran a la taquería de su madre, lo que puso muy nerviosa a Salma. Tenía miedo de no comportarse a la altura y dar una mala impresión, por otra parte, estaba emocionada ya que conocería a la mamá de él y pensó que aquello era un buen inicio, posiblemente era la primera chica que él llevaría ahí. Imaginó que las cosas iban muy en serio pues siempre había escuchado que a la casa de los padres solo se lleva a la pareja oficial.

Sin embargo, le asaltaba la duda de si efectivamente era la primera en ir, pero sacudía la cabeza para eliminar esos pensamientos “exagerados” y “negativos”. Sabía que era una “exagerada y pesimista” pues sus familiares se lo decían, así que no iba a permitirse autosabotear esta oportunidad. De esa manera se sobrepuso a esos pensamientos y se arregló lo mejor posible, pues sabía que si no era la única, al menos sería la mejor.

Continuará el próximo sábado…

¿Quieres saber más? Escúchanos este viernes en punto de las doce del día por: https://www.facebook.com/RadioUnivas. Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951  507 5550 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

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