Con la más franca y sincera sonrisa en sus labios y sus rostros llenos de júbilo, entusiasmo y amor, se encontraron frente al altar del templo de Santo Domingo de Guzmán, Enrique Mendez y Guadalupe Olmos, en donde celebraron la unión de sus vidas por medio del bendito sacramento del matrimonio.
Él la esperó paciente ante el altar, y ella llegó radiante del brazo de su padre Raúl Olmo, en el encuentro intercambiaron saludos y frases de amor.
Luego de aceptarse mutuamente como esposos y sellar su pacto con los signos materiales de la unión, la pareja se acercó a la imagen de la Virgen de Guadalupe, donde la novia depositó su ramo y ambos hicieron una breve oración.