Pasar al contenido principal
x

De tiliches y acumulación compulsiva

acumulacion-cosas
Foto(s): Cortesía
Redacción

Alejandro José Ortiz Sampablo

Es bien sabido que, en muchos de los refrigeradores de los hogares mexicanos, podemos encontrar un bote que anteriormente contenía crema o yogurt, ahora con frijoles, salsa o cualquier otro alimento. Podemos decir que esto se debe al gran sentido de reciclado que tenemos.

¡No lo tires!

Por otro lado, en algunos casos, guardar cada bote de plástico que se desocupa de algún producto alimenticio, “por aquello que se pueda necesitar”, llega a convertirse en algo incómodo para algunos miembros de la familia, curiosamente para aquellos que de vez en cuando se asoman a la cocina, pues estos últimos difícilmente apreciarán el valor que un recipiente de estos puede tener para quien lo posee.

Lo mismo sucede para quien tiene el hábito de hacer reparaciones de la casa. El tornillo que no se utilizó de un kit de electricidad o plomería, el pedazo de tubo o madera sobrante de un corte, pasan a ser piezas preciadas que en el momento menos pensado pueden ocuparse. De esta manera, estos objetos llegan a formar parte del cuarto de los tiliches intocables; pues existe el mito, de que en cuanto los tiras, no demorará el momento en que los necesitarás, lo cual muchas veces opera como maldición. Por otro lado, para este tipo de acumuladores, el regocijo que experimentan cuando encuentran utilidad para eso que atesoraron por tanto tiempo, es indescriptible; más aún si en ese preciso momento están frente a aquel que les ha criticado su actitud acumulativa.

Mi precioso

Encontrar valioso al objeto menos pensado pareciera ser una cualidad psíquica, al igual que la tendencia a convertirse en un coleccionista de ellos. Por otra parte, a este fenómeno se le puede unir otra característica, una que más bien habría que nombrarla necesidad. En los ejemplos mencionados pudiéramos decir que la acumulación está de cierto modo justificada, y difícilmente pudieran considerarse dentro de una patología, es decir, que dichas actitudes escalen a un grado que le impidan a la persona realizar las actividades de su vida cotidiana.

En cierta ocasión conocí a una persona, que me comentó que se identificaba con aquellos protagonistas del programa mencionado por mi compañero Rafael en la nota del miércoles pasado, pues sentía que no cabía un libro más en su casa. Se le habían acumulado tantos volúmenes que se vio en la necesidad de comenzar a colocarlos en el piso, hasta hacer varias torres de ellos. Ella no se había percatado de dicho fenómeno hasta que, una tarde de regreso del trabajo, tomó consciencia de que la puerta de entrada y salida no abría plenamente, ya que las torres de libros llegaban hasta allí. Comenzó a hacer memoria sobre cómo había iniciado todo, y aunque es verdad que poseía y posee una pasión por la literatura, esta no explicaba lo sucedido, menos aún, que se hubiese habituado a vivir así, restringida en su espacio.

Encontrar explicación a fenómenos psíquicos como los mencionados, es materia del método psicoanalítico, que, si bien en muchos casos no llegan a formar parte del padecimiento de la persona, nos develan las leyes a las que obedece su dinámica psíquica, la cual permea en todos los ámbitos de la vida del individuo.

¿Quieres saber más?  Escúchanos este viernes en punto de las doce del día por: https://www.facebook.com/RadioUnivas. Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

[email protected]

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.