Pasar al contenido principal
x

CONSULTORIO DEL ALMA: CUENTA CONMIGO; Empatía y solidaridad humanas

principal-portada
Foto(s): Cortesía
Redacción

Rafael Alfonso

 

A los seres humanos nos gusta perder el tiempo viendo entretenidos videos de internet. En esta ocasión no hablaré de los perniciosos efectos que tiene el perder el tiempo de esta forma —que los tiene—, sino que lo tomaré como punto de partida para un asunto que quiero plantear.

El video en cuestión

El caso es que entre los muchos videos que miraba una de estas tardes, uno de ellos llamó mi atención. Este presentaba una serie de escenas en la que los seres humanos expresaban —con acciones— el alto grado de empatía que tenemos los unos con los otros: un joven ayuda a empujar un diablito que un trabajador con mucho esfuerzo arrastra cuesta arriba; una pequeña detiene la puerta de su edificio para que pase el repartidor de agua que lleva consigo varios garrafones; un chico se detiene para llevar en brazos a una chica a la que le falta una pierna y que debe subir una escalera; un motociclista retira un cono de plástico del paso de un automovilista y más imágenes por el estilo. Si bien, ninguna de estas acciones asegura a nadie la entrada al paraíso, sí que puede hacer la diferencia en una tarde complicada.

Viendo esta interesante serie de instantáneas, me vino a la mente un par de asuntos: primero es cómo el tiempo en las pantallas de los medios electrónicos tradicionales y de los dispositivos móviles está ocupado por notas amarillistas. Lo anterior, porque la empresa de entretenimiento, el algoritmo (o los usuarios) viralizan contenidos que ponderan la capacidad del hombre de perjudicar a su prójimo. Es decir, podemos ver con mucha más frecuencia, y con relativa facilidad, asesinatos, golpizas, atropellamientos y otras acciones violentas que nos hacen perder de vista las gentiles situaciones como las del video descrito. No nos extraña. Desde épocas remotas sabemos que el ser humano siente más curiosidad por lo terrible, trágico y violento, que por lo calmo y feliz.

La anécdota

Relataré a continuación una pequeña anécdota que me ocurrió después de bajar de un transporte colectivo cargando varios paquetes. Caminé varios metros para dirigirme a la parada de autobús, cuando se emparejó a mi paso una mujer a bordo de una camioneta y escuché que me hablaba. Intenté reconocer aquel rostro, pero no me era familiar y al acercarme a la ventanilla del vehículo, pude escucharla con claridad diciéndome: "se le cayó algo allá atrás". Entonces le di las gracias y volví sobre mis pasos. Efectivamente, mi cartera estaba en el suelo. No es difícil percatarse de que, a pesar de la sencillez del gesto, este implica varias cosas en términos de la disposición psíquica de esta mujer en particular, a quien agradezco su gesto.

La empatía entre los seres humanos es mucho más común que la confrontación y es uno de los pilares que sostienen la civilización humana, pero ésta no se desarrolla de manera espontánea. La instancia psíquica llamada Yo, debe ser dirigida hacia ella a través de la educación, pues muchas gentilezas, como las del video citado, contravienen el principio de placer/displacer al que respondemos originalmente. Tampoco debemos perder de vista la ambivalencia de los afectos humanos, ya que una misma persona puede ser amable y considerada en un momento y, en otras circunstancias, puede tener un comportamiento diametralmente distinto.

¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 132 85 34 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.! Síguenos en Facebook: Instituto de Estudios e Investigación Psicoanalítica A.C.-INEIP

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.