Pasar al contenido principal
x

CONSULTORIO DEL ALMA: CUENTA CONMIGO; Diferencias significativas entre tener una esposa y tener un esposo

limpia-cuiad-portada
Foto(s): Cortesía
Redacción

Rafael Alfonso

 

La Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2019 y Cuenta Satélite sobre "Trabajo No Remunerado de los Hogares" 2020 del INEGI, han revelado que “tener esposa” garantiza a los hombres 2.9 horas de tiempo libre; en contraste, “tener esposo” implica 7 horas extra de trabajo para las mujeres.

Lo anterior se traduce como una menor disposición de tiempo libre para las mujeres y una menor participación de los hombres en las tareas domésticas. Uno de los factores innegables para que esto ocurra es que, en la mayoría de los casos, junto al esposo vienen los hijos y las tareas de crianza siguen recayendo básicamente en las mujeres. 

Un mundo ideal

Los roles de género tradicionales que se inculcan desde la infancia, nos han llevado a asumir que las mujeres son las responsables del cuidado del hogar y de la familia, mientras que los hombres, en este tenor, tendrían que ser los proveedores económicos. En la actualidad es bastante discutible la calidad y cantidad de dicha provisión. De la misma forma, las transformaciones sociales desde la Revolución Industrial han llevado a la mujer a una mayor participación en el mercado laboral, además que muchas de ellas son cabeza de familia.

En un mundo ideal, las tareas domésticas serían compartidas equitativamente entre hombres y mujeres. Sin embargo, la realidad es que las mujeres siguen realizando la mayor parte de este trabajo, con la consiguiente limitación de las perspectivas de crecimiento profesional y un mayor estrés. 

Por otro lado, las estadísticas registran que los hombres siguen protagonizando el trabajo remunerado fuera de casa, pero es en el hogar donde vivimos sustanciales diferencias. Todos tenemos en la mente la imagen de un padre de familia que al volver a casa, después de cenar, busca refugio en su sillón favorito desde el cual mira su serie de televisión, o su partido de futbol. Por el contrario, la mujer, al volver de su jornada laboral suele de inmediato poner manos a la obra, checando qué hace falta por hacer para que su hogar se mantenga limpio y funcional.

 

 

La realidad

Por supuesto, no todas las mujeres y hombres se comportan de esta manera. Hay muchas mujeres que no aceptan los roles de género tradicionales y que exigen una distribución equitativa de las tareas domésticas. También hay muchos hombres que están dispuestos a asumir la carga de dichas tareas a la par de sus parejas.

Aún así, los datos que arroja el INEGI son contundentes: las mujeres dedican más tiempo al trabajo doméstico que los hombres, incluso cuando ambos trabajan fuera de casa. Esta desigualdad de género tiene profundas raíces históricas y culturales, pero también se explica por factores psíquicos. Uno de los rasgo característicos de la diferencia entre los sexos es que, aunque tanto mujeres como hombres son sujetos del principio del placer- displacer —el cual tiene profundas raíces biológicas—, los hombres se anclan a éste con más fuerza y responden a él con mayor desfachatez. De esta forma no ven mal entregarse despreocupadamente al ocio y al relajamiento, cosa que la mujer, dada su mayor complejidad psíquica, se sanciona constantemente. 

¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

Síguenos en Facebook: Instituto de Estudios e Investigación Psicoanalítica A.C.-INEIP o llámanos al 951 244 70 06 / 951 132 85 34.

[email protected]

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.