A lo largo de la última década, los entusiastas y fanáticos de las criptomonedas han invertido tiempo y recursos en explicar por qué la banca ve esta tecnología como una amenaza, y por qué estaría realizando esfuerzos incalculables para evitar que los activos digitales se vuelvan la nueva norma del mercado financiero.
Si bien esta versión de los hechos se ha popularizado gracias a personalidades de las criptomonedas y medios de comunicación, lo cierto es que todo parece indicar que la banca no busca enemistarse con estas nuevas tecnologías, sino que estaría tratando desesperadamente de adoptarla de cara a un futuro financiero digital.
Beneficio para la banca
Así se vio recientemente luego de que el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea propusiera requisitos de capital mucho más estrictos para las entidades financieras que quisieran operar con activos digitales como el Bitcoin. Lo que muchos pensaron que sería aceptado por la comunidad financiera global, en realidad causó rechazo.
Apenas días después de que se hiciera conocida la recomendación del Comité, distintas entidades financieras enviaron una carta expresando preocupación por lo simplista y conservador de la propuesta, alegando que esto sería perjudicial para la adopción de activos digitales dentro del sector bancario global.
Esta carta fue un esfuerzo impulsado por la Asociación Global de Mercados Financieros (GFMA), la Asociación Internacional de Swaps y Derivados, el Foro de Servicios Financieros, el Instituto de Finanzas Internacionales, y la Cámara de Comercio Digital.
Posibles regulaciones
De acuerdo con el Comité, las principales preocupaciones que existirían alrededor de las criptomonedas (y que podrían ser motivo de las medidas que proponen) incluyen la mayor posibilidad de fraude, financiamiento al terrorismo, blanqueo de capitales, y riesgos operativos en el sector financiero.
Aunque no existen medidas concretas, ya que el Comité estaría solicitando recomendaciones de instituciones financieras, sí habría una propuesta lista: una ponderación de riesgo de 1.250%, una medida de protección contra el riesgo que obligaría a los bancos a tener una gran cantidad de dinero de reserva por cada euro invertido en Bitcoin.
Su objetivo no solo sería incluir a las criptomonedas, sino también derivados como tokens y stablecoins.
Esto puede significar un golpe importante no solo para las plataformas de exchange, sino también para los brokers y plataformas de derivados como Immediate Edge, que no se benefician directamente de las criptomonedas sino también de los instrumentos adicionales que surgen de estas.
Un mercado rentable
Buena parte de la banca se opone a medidas drásticas contra la adopción del Bitcoin, lo que demuestra que el mercado no solo está en desarrollo, sino que se trata de una oportunidad ampliamente rentable para las principales entidades financieras del mundo, que también quieren quedarse con una parte de las ganancias generadas por este innovador mercado.
La rivalidad entre las finanzas tradicionales y las tecnologías financieras no solo sería inexistente, sino que también estaría compuestas de acciones que serían perjudiciales para la banca. Lo cierto es que, a medida que pasan los años, son más las entidades financieras que invierten por estudiar y adoptar la tecnología Blockchain y sus derivados.
Si bien es cierto que con el veloz desarrollo de esta tecnología resulta cada vez más importante el desarrollo de regulaciones estandarizadas que permitan disminuir los delitos y brindar mayor protección a los usuarios, también lo sería que las medidas restrictivas no generarían beneficios para ninguna de las partes involucradas.
Mientras más cercado se encuentre el mercado de las criptomonedas, mayor será la cantidad de proyectos que operarán al margen de la ley, limitando no solo el desarrollo de la tecnología sino atentando directamente contra las finanzas globales.
