Eduardo Ruffiar Nicolás y Marlen Vera Ruiz
Otra técnica que se ha encontrado en el acervo es la “albúmina” que se utilizaba en el siglo 19. Consta de una capa de papel y otra de una mezcla de proteínas que contiene la clara de huevo. Por otro lado, existe el “colodión”, formada por una capa de papel, otra de barita y la capa de aglutinante, el colodión que es una solución de nitrocelulosa (mezcla de éter y alcohol).
La identificación de la técnica es el primer paso para poder reconocer los tipos de deterioros que puede presentar cada fotografía y que es un punto muy importante en el diagnóstico. Los deterioros son las transformaciones físicas y químicas que suceden en las fotografías debido a su composición y a los lugares donde se han colocado desde que se imprimieron. De igual forma, muchas veces los deterioros nos dan elementos para poder identificar las técnicas.
En las fotografías de plata-gelatina el deterioro más frecuente es la oxidación, que altera notablemente la apariencia de la imagen, se manifiesta un amarilleado, pérdida de los detalles y el surgimiento del “espejo de plata”; es decir, la plata se queda en la superficie y da un color azulado sobre el negro de la imagen. Los principales deterioros de las fotografías en albúmina, son el amarillamiento y la formación de pequeñas grietas en toda la imagen. Y en el colodión el aglutinante se fragmenta y se desprende del soporte que es el papel.
Para realizar el registro se utiliza una herramienta muy importante: la ficha de diagnóstico, que es un formato impreso que nos ayuda a tener un mejor control de los datos. El diagnóstico se realiza fotografía por fotografía, ya que es imprescindible conocer el estado en que se encuentra cada pieza y así, decidir cuáles son los procesos que requiere para preservarlas en buen estado.
Se deben considerar las características principales de toda la colección, incluyendo los deterioros, porque de lo contrario, anotar características de técnicas fotográficas que no están en el acervo, hará que el tiempo invertido sea mayor y no tendrá utilidad.
El registro incluye todas las características visibles de la fotografía, si tiene alguna forma de unión, como adhesivo, clips o alfileres, u otros elementos como sellos, anotaciones o etiquetas. Se verifican también los daños hechos por ataque biológico de insectos, hongos y los deterioros ocasionados por los humanos como el vandalismo y la manipulación, por ejemplo: roturas o recortes.
Obtenidos estos datos se elabora una propuesta de tratamientos, la cual puede incluir la limpieza, la desinfección cuando hay hongos, la reparación de las roturas, laminados que es cuando se coloca una capa de papel para dar mayor soporte a la fotografía, corrección de las deformaciones, etcétera.
Por último, se debe señalar en qué nivel de deterioro se encuentran; mínimo, regular y grave, que es el resultado de toda la revisión.
La importancia del diagnóstico de las fotografías reside en el hecho de que determina la técnica de impresión y los deterioros, y a partir de ello, se decide la forma en que deben ser restauradas correctamente para conservarse de forma adecuada y así, la historia del estado pueda ser difundida y preservada para las siguientes generaciones.
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