Rafael Alfonso
La acumulación compulsiva
Adquirir y almacenar una cantidad excesiva de objetos, creando un visible desorden aunado a la dificultad para desechar cosas, es parte del trastorno de acumulación compulsiva. Por supuesto que, para que este trastorno alcance el grado de espectacularidad necesario para un show de televisión debe ser del tipo grave, porque también existen los casos moderados.
En el caso de la mujer protagonista de la emisión que voy a reseñar, su desorden llegaba a tal punto que las habitaciones de su casa estaban rebosadas de pilas desorganizadas de objetos como periódicos, prendas de vestir, papeles, libros, adornos, y cositos varios; todos ellos producto de compras compulsivas con recursos, al parecer, ilimitados. De esta forma, las pertenencias se acumulaban en las zonas de paso y de estar, inutilizando los espacios para los fines previstos, como ejemplo: la mujer y su marido no podían cocinar en la cocina y debían comer en la sala, en un espacio de 30 centímetros, el único que quedaba libre en la mesa de centro, frente al televisor. Por supuesto no faltaban la fauna nociva, ni los conflictos con la familia; de hecho, los hijos y nietos de la pareja evitaban visitarlos debido a las condiciones de la casa.
El show
La estructura del programa en cuestión es básicamente la siguiente: Se nos presenta al acumulador, las condiciones de la casa y a su familia a través de algunos entrevistas o testimonios a cámara y después, hace su aparición un equipo de intervención que pretende solucionar el problema. Por supuesto, una parte central de este equipo es el psicólogo que por todos los medios pretende convencer al acumulador de lo impropio de su conducta, de manera que este accede a que el equipo de profesionales “limpie” su casa.
En la emisión que yo vi, llamó poderosamente mi atención un par de cosas respecto de la intervención del psicólogo: la primera, es que siempre se refirió al problema de la paciente, como un problema de su conducta y por supuesto, todas sus estrategias (incluyendo el chantaje sentimental) estaban encaminadas a hacerle ver a la mujer los inconvenientes que dicha conducta causaba, tanto para ella como para su marido y el resto de su familia.
El otro punto que llamó mi atención, y que desde mi óptica raya en la barbarie, es la pretensión de resolver en cinco días -supongo que atendiendo a las necesidades de la producción del show- un problema que entendemos como el resultado de años de acumulación. Ni qué decir lo evidente que era la angustia de la mujer al mirar sus preciados objetos en manos extrañas que, por supuesto, no les tenía ninguna consideración.
¿Final feliz?
Era de esperarse que al final del show podemos ver la casa limpia y habitable y eso parece traer felicidad a todos, incluyendo a la protagonista; sin embargo, la pregunta es ¿por cuánto tiempo? puesto que, gracias al Psicoanálisis, sabemos que no hay soluciones inmediatas, sino solamente una larga y paciente investigación acerca de la vida anímica de cada persona, de sus conflictos y de las motivaciones inconscientes que le llevan a manifestar tal o cual conducta.
¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.! Escúchanos este viernes en punto de las doce del día por: https://www.facebook.com/RadioUnivas
