Temas actuales: el precio de la ética y la crisis que se viene | NVI Noticias Pasar al contenido principal
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Temas actuales: el precio de la ética y la crisis que se viene

mujeres
Foto(s): Cortesía
Redacción

Alejandro José Ortiz Sampablo

Al hablar de la cosmovisión del mundo que adoptaron la mayoría de las y los jóvenes de este siglo, habremos de hacernos con el cuidado de evitar los juicios morales, pues será inevitable aludir a los tiempos de antes, donde la vida de los jóvenes obedecía —al igual que hoy— al discurso de la época, y de esta manera crearnos la ilusión de que los tiempos pasados fueron mejores para la educación y formación de los hijos.

Los discursos de antaño

Es necesario aclarar que los discursos políticos, sociales y económicos obedecen a los fenómenos de masas; en otras palabras, los constituimos cada uno de nosotros, de la misma manera en que cada célula forma un organismo nuevo. Para los que vivieron su juventud a mediados del siglo pasado, o para quienes, como yo, nos tocó lo último de la educación que se recibía de antaño, nos es conocido el discurso de la necesidad.

En ese entonces eran pocas las personas que elegían —si bien les iba— una profesión de acuerdo con su gusto. Pues las exigencias económicas no permitían detenerse en la vida para ver qué elegiría el joven a estudiar; en muchos casos, la única opción fue: estudias o trabajas y punto. Por otro lado, estaba otro discurso paralelo: “aprende a amar lo que haces”. Muchos vivieron esas exigencias del mundo exterior —ejercidas por las autoridades maternas y paternas— de manera dolorosa; otros, simplemente se adaptaron a ello. Sin embargo, ese empuje de parte del mundo a la entidad psíquica llamada Yo le venía bien, pues de una u otra manera lo llevaban a moverse, no solo de manera mecánica, pues a nivel anímico le generaba dinamismo y un cúmulo de afectos.

Hoy, la situación para nuestros jóvenes es diametralmente distinta, situación que a los adultos nos cuesta trabajo comprender, a pesar de que somos parte del problema o incluso los principales generadores de las dificultades que ahora afrontan. En este punto muchos argüirán: “¿Cuáles dificultades?, si lo tienen todo”. Colocar el origen del problema en algo alejado de nosotros mismos es una más de las cualidades de la entidad psíquica mencionada anteriormente.

Los nuevos discursos

Muchos de los jóvenes de nuestra generación, al convertirse en padres, por la disposición psíquica hacia los hijos, crearon los nuevos discursos. Es decir, la educación fue comandada por las vivencias y huellas psíquicas que nos dejó la manera en que fuimos educados. Así aparecieron las expresiones: “que a mi hijo no le falte nada” y “no quiero que viva lo que yo”, entre muchas otras en el mismo sentido. Sin embargo, aun cuando son expresiones de una disposición amorosa hacia los hijos, ésta al parecer, ha provocado estragos en el psiquismo de los jóvenes, porque al Yo le deja muchos puntos ciegos.

Uno de esos puntos ciegos es olvidar que dicha disposición psíquica nació del resentimiento hacia quienes ejercieron la educación, y sabemos que dicho afecto no es buen consejero. Lo anterior impide al Yo decantar por qué esas maneras de educar de antaño dejaban ciertos beneficios. Por otro lado, no falta quien pretenda educar con la misma violencia y agresión con que sus padres lo hacían, en el supuesto de que eso funcionó con ellos.

Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

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