Pasar al contenido principal
x

Las maestrías en Psicoanálisis y sus vicios

mujer-leyendo
Foto(s): Cortesía
Alejandra López Martínez

Alejandro José Ortiz Sampablo// Segunda de tres partes

Cuando escribo artículos de esta índole, por regla general me queda un sabor amargo. Temo ofender a quienes de buena fe cursan o cursaron las mencionadas maestrías con la ilusión de alcanzar un conocimiento sobre el Psicoanálisis que les brinde herramientas para la práctica clínica. Sin embargo, al mismo tiempo sé que muchos de estos profesionales en un futuro cercano formarán parte de los vicios de ellas. Esto último requiere explicación.

Montajes y refuerzos del Yo

En varias notas publicadas en este querido diario, para explicar aquello que a los seres humanos nos acontece en el día a día, termino por mencionar a la entidad psíquica llamada Yo, pues sin este tópico sería imposible alcanzar explicación alguna de nuestra vida interna. Para elucidar lo escrito renglones arriba, me serviré de una analogía que quizá hemos vivido, o por lo menos le ha sucedido al primo de un amigo. Me refiero a los engaños que dicha entidad psíquica monta para sostener su hegemonía o estabilidad emocional. Esto lo muestra de manera palmaria el egocéntrico, quien se percibe a sí mismo como perfecto, el mejor, el más grande, debido a lo cual no logra observar sus defectos de carácter e incluso lo repulsiva que su persona llega a ser para algunos.

Como lo mencioné, este personaje sólo muestra de manera ostentosa lo que eventualmente nos sucede a los seres humanos, pues el Yo, al ser la entidad psíquica que deviene por el contacto de la vida interna (Ello), con el mundo exterior obtiene la aptitud de orientación y regulación entre las exigencias de ambos mundos, el interior y el exterior. Así queda atrapado en dar cabida a ambas exigencias que, por lo general, terminan por oponerse.

Retomemos

Los conceptos forjados por el creador del Psicoanálisis, Sigmund Freud, tratan sobre aquello que siempre ha inquietado y perturbado a la humanidad, sexualidad y muerte, así como de los afectos que se despiertan de ello y las acciones que el individuo emprende en aras de alcanzar una plusvalía en el ejercicio de su sexualidad, así como por su cobardía a la muerte, en este caso la de Yo.

Quien desea estudiar o estudia una maestría en Psicoanálisis, generalmente lo realiza por los mejores motivos hacia su persona, pero pronto se percatará de que comprender el objeto de estudio al cual nos dedicamos los psicoanalistas no es sencillo, pero esto no se debe a su complejidad de este -como tampoco a la falta de capacidad de inteligir del estudiante-, sino a la aptitud del objeto que pretende estudiar (el aparato anímico), pues será imposible que la persona quien se acerca con la intención de aprender de él quede involucrada, ya que el Yo de una u otra manera no podrá evitar el cuestionamiento hacia el mismo, de sus acciones y la relación que guarda entre su propio placer y el mundo exterior.

Si a esto agregamos que los mecanismos del pensamiento de la razón se oponen a que el individuo observe su vida interna, del modo en que el egocéntrico se sirve de ellos para justificar su actuar o disposición hacia los demás, no será difícil deducir que la manera de adquirir el saber en las maestrías en Psicoanálisis serán un elemento que refuerce la hegemonía del yo, en ocasiones dejando al sujeto en situación refractaria al Psicoanálisis.

Continuará el próximo sábado…

¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

[email protected]

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.