Alejandro José Ortiz Sampablo
Dentro del ámbito educativo estatal y nacional, la deserción escolar no es el único ni el mayor de los problemas a resolver; esta problemática se ha visto reforzada por otros malestares que aquejan a nuestro país desde hace décadas y que es de suponer, la Secretaría de Educación no ha escapado de ellos; me refiero a la corrupción, el nepotismo y el ejercicio del poder de manera arbitraria. También he de suponer que dentro de dicho aparato existen personas capaces de plantear cara a todo aquello que habrá de resolver para que la educación pública sea un beneficio del cual todo mexicano pueda gozar.
Tema oculto a todas luces
Por otra parte, hay otro tema muy delicado, el cual tiene que ver con la degradación sistemática que se ha hecho de los profesores, so pretexto de hacerlos responsables de la decadencia educativa. Pero los ciudadanos ensimismados en su vida cotidiana -que podemos decir, somos la mayoría- lejos estamos de imaginar que dicha degradación revestida de critica sorprendentemente no está motivada por la preocupación del nivel educativo de los mexicanos.
El profesor, después de los padres, es la imagen más importante en la psique de las personas, pues, en la vida del ser humano, prontamente se vuelve depositario de las mociones (pulsionales y afectivas) que surgen en la más tierna infancia. Hoy, la imagen de los maestros, al menos en nuestro estado, está ligada a los bloqueos, los cuales de manera inmediata se asocia a las dificultades que estos acarrean a nuestra vida, lo que ha llevado a que en muchas personas se fije una imagen psíquica degradada del maestro; juzgo innecesario nombrar las formas en que se refieren a los profesores que se manifiestan para lograr beneficios dignos en su quehacer, así como para sus alumnos y escuelas.
La imagen psíquica del maestro está ligada a una incomodidad en nuestra vida cotidiana, podemos decir que es algo propio de su función, la de educar. De tal manera que sólo se tuvo que recalcar la incomodidad que como sociedad sus manifestaciones nos representan, para volvernos en contra de ellos. Si a esto agregamos que la mayoría de los ciudadanos desconocemos la estructura de los problemas referentes a la educación pública, es fácil que adoptemos los discursos mediáticos que realzan las incomodidades que significa la lucha de los maestros.
Es en este punto donde partiré para brindar una perspectiva más cercana a la problemática que dio origen a esta nota. Posiblemente para este punto, usted, amable lector, se encuentre extraviado; sin embargo, este preámbulo ha sido necesario para comenzar a elucidar el por qué la deserción escolar no solo será la solución para muchas familias a las crisis que afrontan, también lo que ello va a significar en lo psíquico.
Continuará en la próxima serie…
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