Hernán Merolea
En el Instituto de Yoga “Quinto Sol” de la Red Cultural GFU para la Fraternidad Humana en Oaxaca se realizó una semana cultural, del 16 al 22 de enero pasado, , en el 107 aniversario del natalicio del fundador de esta organización a nivel global, el sabio francés doctor Serge Raynaud de la Ferriere.
En el inicio de la jornada el lunes 16, el maestro en ciencias y terapeuta holístico, Silvino Pérez Carballido, habló del grave daño que los seres humanos estamos causando a nuestro cuerpo y al planeta Tierra, y preguntó: “¿Qué le sucede a nuestro cuerpo cuando le echamos productos chatarra que son nocivos a la salud, y qué le pasa al planeta cuando le tiramos desechos de todo tipo, contaminando bosques, ríos y mares, en lugar de procurarle respeto y cuidado? Indiscutiblemente que los resultados son las enfermedades y el desequilibrio ecológico.
El miércoles 18, el ponente fue el ingeniero Alejandro Sánchez Burgoa, quien se pronunció por un cambio de paradigma en la existencia humana ante la crisis ambiental que estamos viviendo y, desde luego, preguntarnos como seres humanos cuál es nuestro propósito por el cual estamos en el planeta, qué es lo que queremos ser y tener en la vida.
Hay que comprender que somos uno con el planeta, no estamos separados de ella. El modelo de desarrollo ha fallado ciertamente, no hemos encontrado aún el modelo idóneo y nos estamos enfilando directamente al desastre, a pesar de los grandes esfuerzos que se hacen en diferentes partes del mundo por reorientar el rumbo de nuestra relación con el planeta.
El jueves 19, el arquitecto Antonio Merlín Villanueva, presidente del Consejo Cultural de la Red GFU en Oaxaca, afirmó que la sustentabilidad la debemos vivir con total respeto a nuestro ecosistema interno, el personal, empezando con qué productos nos alimentamos, para integrarnos al orden natural, a la parte exterior, al medio ambiente, experimentando y creando primero cambios trascendentes en nuestra vida, sin transgredir ni dañar el medio ambiente para bien de las generaciones presentes y venideras.
La semana cultural de la Red GFU concluyó el sábado 21 con una mesa redonda sobre la consciencia ecológica donde participaron la bióloga Estela Rosario Gutiérrez Hernández, la profesora Alejandra de Jesús Ortiz Naranjo, el ingeniero Alejandro Nicolás Regalado y las terapeutas Diana López Almendra e Imelda Leyva Wueideman, bajo la coordinación del profesor Adrián Carrasco López. Ellos coincidieron en que es momento de actuar para no seguir violentando nuestra relación con la madre naturaleza.
Señalaron que los seres humanos no somos el centro ni dueños de la Tierra, como pensamos equivocadamente, sino que formamos parte de ella y por lo tanto tenemos la responsabilidad de cuidarla. Es mucho el daño causado al medio ambiente y las consecuencias las estamos padeciendo. Entonces hay que aprender a interactuar con ella.
Además de las conferencias se impartieron también dos talleres, uno de “reciclado, clasificación de la basura y tratamiento de los desechos orgánicos” con el ingeniero Emigdio Canseco, y otro titulado “Baño seco sin olor y sin culpa” con la bióloga Martha Miranda Jiménez y la promotora Indira Bautista Barroso.
En el primero, el ingeniero Emigdio dijo que necesitamos hacer un cambio en nuestro estilo de vida frente al grave problema que tenemos ahora con los residuos sólidos urbanos, el cual se observa también en las comunidades rurales. Hay que aprender a hacer la separación diferenciada de desechos de acuerdo con los diferentes tipos que hay. Invitó al público a seguir los principios de las tres R: reduce, reusa y recicla.
En el otro taller, la bióloga Martha Miranda hizo notar los beneficios y ventajas al usar sanitarios secos, sobre todo en las comunidades rurales donde hay marcada escasez de agua, incluso en las ciudades, donde hay también limitaciones en el servicio del líquido. Dijo que después de un proceso de transformación en determinado tiempo, los residuos se pueden utilizar como abono, igualmente la orina, para árboles y plantas de ornato.
Durante la semana, los ponentes mostraron los siniestros causados por la mano del hombre al medio ambiente, como el cambio de uso de suelo, la devastación de grandes extensiones de bosques para convertirlas en zonas de siembra para follaje de ganado; el exterminio de la flora y fauna, los incendios registrados en diferentes partes del mundo; los tiraderos de residuos sólidos urbanos a cielo abierto, tanto en las ciudades como en las comunidades rurales, etcétera, y ofrecieron también alternativas para revertirlas.
Señalaron que desde nuestros hogares podemos hacer mucho a favor del medio ambiente, con el fin de hacer conciencia de que cuidando nuestro entorno estaremos dignificando también nuestra vida personal. Hay que volver la mirada hacia la naturaleza, tanto al interior de cada ser humano, como al exterior, a la gran riqueza natural que aún tenemos.
