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El rechazo al Psicoanálisis y el cumpleaños de Sigmund Freud

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Foto(s): Cortesía
Aleyda Ríos

Alejandro José Ortiz Sampablo / Segunda de tres partes

En notas anteriores he mencionado la importancia de la formación del psicoanalista, pero en este punto se me impone destacar aquello que sobresale en dicha tarea y que hace la diferencia con el estudio del Psicoanálisis en un posgrado.

Una tensión permanente

Habrá de recordar que la mencionada formación del psicoanalista se circunscribe en cuatro ejes: el estudio de los textos freudianos, el análisis personal, la práctica clínica y la supervisión de casos. Por lo dicho en la nota anterior, se nos cruza al paso la siguiente interrogante:

Si “el neurótico se extraña de la realidad efectiva porque la encuentra —en su totalidad o en algunas de sus partes— insoportable”, y nos atenemos a la idea de que Sigmund Freud construyó finalmente una psicología de lo normal -es decir, con sus descubrimientos explicó cómo cada vida anímica difícilmente escaparía de la lógica de lo que en esa época se le conocía como neurosis- ¿qué garantía tendríamos sobre quienes se dicen psicoanalistas, si una de las funciones de la entidad psíquica llamada Yo, es el autoengaño?

Por otro lado, el psicoanalista es el encargado de crear y dirigir el tratamiento del paciente quien, al inicio del recorrido psicoanalítico, carece del conocimiento de que su tendencia a la ganancia de placer -y la de evitar el displacer- es la que en gran medida sostiene el padecimiento o incluso formó parte fundamental en el origen de este. ¿Podríamos imaginar que un sujeto que está dominado por dicha tendencia, tendría la capacidad de llevar a otro a realizar el recorrido que lo lleve a la cura? La respuesta nos la brinda la vieja interrogante: “¿acaso puede un ciego guiar a otro ciego?”.

Una idea conveniente

En mi recorrido como analista en formación me encontré con la idea, equivocada, de algunos que ocupaban el lugar del analista, de que durante el tratamiento habrían de levantar la represión, y aun cuando Freud alude a esto mismo, ellos al parecer lo han mal entendido, supongo que por una deficiente lectura de la teoría psicoanalítica, pues su idea era que tal represión impide al enfermo realizar sus deseos, los cuales fueron coartados por un otro, y es por esta lucha que la persona cae en la enfermedad. Es con esta idea que dirigen al paciente a realizar lo que ellos quieren; con esta premisa, un concepto tan complejo de explicar, lo trasladan a su sentido más simple.

Narré lo anterior con la intención de poner de relieve por qué el Psicoanálisis causa rechazo en algunas personas, pues una de las cosas que el paciente descubre prontamente en el tratamiento, es cómo la entrega a la tendencia de ganancia -así sea la más mínima -lo ha llevado a enfermar o a quedar envuelto en un conflicto psíquico. De esta manera, el individuo es cuestionado sobre esta tendencia que, por lo general, antepone y justifica sus acciones y a la que, ni por asomo, pretende renunciar; a pesar de que las acciones generadas bajo esta entrega, eventualmente, atentan contra los pilares de la civilización.

Continuará el sábado…

¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

[email protected]

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