Alejandro José Ortiz Sampablo
La nota anterior de esta serie fue interrumpida debido a que se atravesaron nuestras festividades de los fieles difuntos y era buena oportunidad para escribir algo al respecto de la muerte. Cuando se escriben series de este tipo 14 días es mucho tiempo, más aún cuando surgen de la transmisión, en este caso, del seminario que imparto.
Los practicantes del Psicoanálisis y su cobardía
Dicho seminario se divide en dos secciones, una dedicada a la clínica y otra a la teoría. En la parte clínica abordamos el texto escrito por Freud en 1909 “Análisis de la fobia de un niño de cinco años”, el cual está plagado, no solo de enseñanzas sobre el método psicoanalítico, pues en él se encuentran sutilezas que aluden al mecanismo psíquico al que obedecen —me atrevería a decir— todos los hombres, así como la preparación y disposición psíquica que debe tener quien ejecuta el método. Además, Freud nos entrega en este mismo texto varios datos de los cuales se puede desprender, en qué consiste un Psicoanálisis.
En la nota anterior mencioné que dichos textos no son comprendidos del todo. En mi andar en busca de colegas con quienes dialogar y poner en cuestionamiento mi quehacer, me he encontrado a sujetos quienes se nombran a sí mismos como “practicantes del Psicoanálisis” —supongo lo hacen de tal manera por cobardía, ya que temen llamarse a sí mismos psicoanalistas—. Estos arguyen, por un lado, que Freud no curó a sus pacientes y por el otro, que ha sido rebasado. Al escucharlos, me percato de lo embriagados que se encuentran de la lectura de textos cuyos autores, a su vez, no tienen la menor idea del método psicoanalítico.
Un texto que no se lee
Del texto que les mencioné, hay un fragmento que dio pie a esta nota, y se encuentra en la página 86 del tomo 10 de la edición de Amorrortu editores, que dice lo siguiente:
“… Sucede que un psicoanálisis no es una indagación científica libre de tendencia, sino una intervención terapéutica; en sí no quiere probar nada, sino sólo cambiar algo. Siempre, en el psicoanálisis, el médico da al paciente las representaciones-expectativa con cuya ayuda pueda este discernir y asir lo inconsciente. Unas veces lo hará con más abundancia y otras en medida más modesta; en efecto, unos casos requieren más auxilio, y otros lo precisan menos. Sin esa ayuda nadie sale del paso…”
Este párrafo pone en cuestionamiento el ejercicio que hoy realizan quienes se dicen practicantes del Psicoanálisis, que va desde el silencio eterno de parte de ellos, donde el paciente eventualmente solo recibe un, "aja, ujum” — y un sin número de sonidos guturales similares—, para finalizar con un “lo dejamos aquí”; donde todo esto es el resultado de una imitación —al igual que un perico aprende a decir palabras—, pues como lo he dicho, carecen de toda idea de lo que leen y, por lo tanto, de lo que están escuchando por parte de sus pacientes.
Continuará el próximo lunes...
¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.! Escúchanos este viernes en punto de las doce del día por: https://www.facebook.com/RadioUnivas
