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Consultorio del Alma, cuenta conmigo

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Alejandro José Ortiz Sampablo

 

Dentro de la estructura que da soporte a la formación de los psicoanalistas, existe un elemento en el cual habré de insistir, ya que de este depende la transmisión de la teoría forjada por Sigmund Freud, y que en el argot psicoanalítico conocemos como freudiana. Se trata del benévolo escepticismo.

Disciplina permanente

Semanas atrás recibí dos preguntas de una gentil participante del seminario que imparto, dedicado al inicio de la práctica psicoanalítica. Una de ellas planteaba si la resignación del objeto (de amor) en el proceso del duelo, mantiene relación con el complejo de Edipo. El elemento que aludí en el párrafo anterior es el que me auxilia en preguntas como esta, que no solo me permiten dar luz a quien la realiza, también me somete a la disciplina de volver a pensar el psicoanálisis, es decir, la teoría freudiana.

Por regla general a quienes les transmito el psicoanálisis, y tienen la intención de formarse como psicoanalistas, les menciono de una y otra manera las palabras que Sigmund Freud decía a quienes les dictaba sus conferencias: que se permitan escuchar y pensar lo que la teoría psicoanalítica les presenta, que -de inicio- no rechacen dichas teorizaciones, pero que tampoco las acepten como verdades, mucho menos como verdades absolutas. Freud recomendaba a su auditorio adoptar un “benévolo escepticismo”. De lograr esta disposición, el futuro psicoanalista se abrirá la puerta a convertirse en un investigador serio.

Ser un investigador formal en el universo del psiquismo humano, requiere un ejercicio permanente, no solo de la práctica clínica o del análisis personal, pues es el esfuerzo de explicar a otros (futuros psicoanalistas) los fundamentos teóricos; es lo que nos permite comprender, en su justa dimensión, la vida anímica de los seres humanos.

Freud, un genio

Responder interrogantes a la teoría que explica el alma, eventualmente requiere realizar largos recorridos, no basta un “sí” o un “no es así”. En esta ocasión, al concluir la explicación a las interrogantes planteadas, mi colega Rafael mencionó lo siguiente: “Somos nosotros quienes necesitamos el mito de Edipo Rey para comprender la lógica y leyes a las que obedece el aparato anímico”. He escuchado a quienes dicen que Freud tomó, incluso que robó de la literatura elementos para construir su teoría de la mente. Sin embargo, antes de que Freud acudiera a los mitos para explicárnosla, él había logrado la elucidación de lo que sucede en el psiquismo de las personas con relación a los primeros objetos de amor, en su nivel más abstracto.

Cuando Freud acude al mito de Edipo Rey para explicar el intento permanente del neurótico de retornar a las primeras experiencias de amor de objeto, fueron muchos los que entendieron, de forma literal, que se trata del deseo inconsciente del sujeto de mantener una relación incestuosa, y no de la lógica del deseo. Estos malentendidos no solo son producto de una mala comprensión lectora, en ellos también influye la carencia de una investigación a profundidad de la propia psique, pues por regla general, los malentendidos teóricos por parte de aquellos que se dicen psicoanalistas, sin que posean dicha investigación, son el resultado de sus propias perversidades.

Continuará el próximo lunes…

¿Quieres saber más?  Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.! Escúchanos este viernes en punto de las doce del día por: https://www.facebook.com/RadioUnivas

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