Alejandro José Ortiz Sampablo
Los lunes tengo la posibilidad de escuchar la radio, en específico los noticieros de la estación que escuchan mis padres, ya que de un tiempo a la fecha procuro estar con ellos dicho día.
Dos noticieros, la misma nota
Pasado el mediodía se transmite el noticiero local y al terminar inicia el noticiero nacional. Llamó mi atención que tanto el locutor del primero como del segundo programa, llegado el momento hablaron sobre el “Blue Monday”, recalcando que eso era en los Estados Unidos de Norteamérica, y que no habríamos de adoptar tales conceptos, pues aquí eso no aplica. Ambos periodistas hicieron hincapié en lo felices que eran, pues tenían varios motivos para serlo.
¿Por qué realizar una nota sobre algo que inmediatamente van a descalificar?; ¿no sería mejor ni mencionar el tema? De una u otra manera, ellos mismos dijeron que en México ni al caso con el “lunes deprimente”, que es la traducción literal del “Blue Monday”. ¿El lunes no hubo suficientes noticias que informar, como para meter una nota de este tipo? Hoy sabemos que incluso los noticieros obedecen a un guion; en el caso de los programas mencionados, basta con ponerles atención para percatarse que tienen -lo que se conoce como- la misma línea periodística.
Pero hablar sobre el “Blue Monday” para recalcar los motivos que tenemos para ser felices, es de llamar la atención, más aún cuando las estadísticas del INEGI publicadas en el mes de septiembre del año pasado, en el 2020 la tasa de suicidio por cada cien mil habitantes fue de 6.2, ocho décimas más que en el 2018, y al parecer en el año que transcurre seguirá en aumento.
De un tiempo a la fecha he dicho que lamentablemente, los suicidios aumentarán exponencialmente principalmente el de jóvenes, que esto no encontrará remedio pretendiendo que no pasa nada. Si bien el término “Blue Monday” surgió en el 2005 como parte de una campaña publicitaria de la empresa Sky Travel, respaldada por el psicólogo Cliff Arnall, a partir de una ecuación matemática carente de principios metodológicos, no habremos de desestimar tan fácilmente que hoy en día caer en estados depresivos -que en algunos casos llevan a la persona a finalizar su vida-, es más recurrente.
Reflexión
¿Qué ha llevado a la población actual a ser mayormente susceptible a los estados de tristeza profunda? La respuesta no se obtendrá de un solo golpe, no así lo que se puede deducir de la disposición de ambos comunicadores, la cual llega a ser generalizada, pretender negar un problema con un argumento fuera de contexto, por un lado; y por el otro, aplicar su visión del mundo a los demás, con el mensaje, ¡qué bonita es la vida, no hay por qué estar tristes! Esto último es de las acciones arbitrarias más comunes ante quienes padecen una depresión, pues dicho mensaje lleva implícito la coartación de la libertad afectiva, en este caso a estar tristes, descalificando incluso el motivo de ello.
Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!
