Alejandro José Ortiz Sampablo
Sin duda esta será una nota que recordaré, pues me llevó a una experiencia poco agradable, escuchar la música de J. Balvin. Del joven me enteré hace semanas atrás, a raíz de un concierto que dará en la Ciudad de México, por el comentario de un conocido que me dijo: ¿crees que mi primo le pidió prestado dinero a su papá para ir al concierto de Balvin? Sólo atiné a responder con otras preguntas, pues no tenía la menor idea del por qué de su indignación por este hecho.
Guerra y doble moral
A raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, he procurado seguir las noticias, tanto de aquellos medios con tendencia en pro, como en contra de la postura de Vladimir Putin. Supongo fue así como me llegó la sugerencia de un video con la siguiente leyenda: “Para que América Latina esté completa, solo le hace falta Puerto Rico”. Este es un archipiélago en la parte oriental del mar Caribe, posesión desde el 25 de julio de 1898 de los Estados Unidos. Es decir, toda persona que nace ahí es ciudadano estadunidense, con la salvedad de no contar con todos los derechos políticos que otorga la Constitución de los Estados Unidos.
Usted, amable lector, se preguntará, qué tiene que ver J. Balvin y lo que acabo de aludir. Resulta que a raíz de ese video aparecieron más sugerencias y fue así como pude conocer un poco más de Residente, como se conoce al rapero, cantante, compositor y filántropo puertorriqueño, René Pérez Joglar, que sostiene una encendida controversia con el primero. Residente también fue miembro fundador y vocalista de la agrupación musical Calle 13. Este año lo conocí a través de su canción titulada René.
Tercera confrontación
De esta manera, de un conflicto entre países, donde se juega no solo el destino de sus habitantes, pasé a prestarle atención al conflicto entre dos hombres, uno artista y un famoso. Por otro lado, hace unos días, en nuestro país surgió una polémica a raíz de la respuesta que brindó el Presidente Andrés Manuel López Obrador a los eurodiputados, miembros del Parlamento de la Unión Europea.
Con este tercer conflicto, podría surgir otra pregunta: ¿A dónde me dirijo con todo esto? Rusia vs Ucrania, Balvin vs Residente, Obrador vs eurodiputados. Viendo que en estos protagonistas convergen varias expresiones de la vida interna de los seres humanos, en estas notas abordaré una reflexión acerca de lo que a nosotros nos acontece como espectadores de estos conflictos.
Dicho de otra manera, la disposición psíquica que nosotros, como miembros de lo que se vaticinó desde hace décadas atrás como la "sociedad del espectáculo", adoptamos ante lo que nos rodea y se nos ofrece como arte, justicia o buenas formas.
Continuará el próximo lunes…
¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!
