Pasar al contenido principal
x

Consideraciones para tomar en cuenta en la educación de sus hijos

flor_de_piña
Foto(s): Cortesía
Redacción

Alejandro José Ortiz Sampablo

 

Al iniciar esta nota, en la que considero es importante hacer la conclusión de la serie anterior, recordé que nos encontramos en el mes de la Guelaguetza, de hecho, a unos días del primer Lunes del Cerro. Esta fiesta magna de nosotros los oaxaqueños, de la manera en que la conocemos, está cerca de cumplir 100 años, pues vio su primera emisión en 1932, cuando Oaxaca festejó su cuarto siglo de haber sido nombrada ciudad por el rey Carlos V.

El contraste

Por otro lado, el vocablo Guelaguetza es de gran contenido, y dadas las tradiciones que hoy compartimos, podríamos pensar que los oaxaqueños tenemos un amplio sentido de la consideración a todo lo que significa el otro, pero tristemente esto se ha ido perdiendo al paso de los años. Algunos lectores posiblemente me refuten esto último, pero tengo argumentos que soportan lo que digo.

Por lo general nos comportamos espléndidos con los visitantes, nos da alegría ver caras nuevas; si a ello agregamos que la fiesta implica un derroche de sensualidad, no es difícil concluir que la entidad psíquica llamada Yo está en la mejor disposición para lo que, en tal circunstancia, representa el otro. Pero mucho ojo, no estamos lejos de comportarnos como aquellos -hombres principalmente- que cuando reciben visitas en su casa son los más gentiles y atentos, pero que en lo cotidiano son déspotas y groseros con su familia, esposa e hijos. No me digan que este tipo de historias les son ajenas.

El rompe ilusiones

No quiero ser el aguafiestas de la imagen que podamos tener de nosotros mismos, pero el signo de los tiempos nos hace el llamado a que tomemos conciencia de uno de los orígenes del desmembramiento social que vivimos y del cual somos partícipes. En la nota anterior les comenté algo que pudiera considerarse una sutileza, la cual contribuye a lo que hoy vivimos. Me refiero a la actitud que muchos padres y madres de familia adoptamos con los hijos, “la de procurarles todo”. Esta es la expresión que popularmente se escucha, incluso -por el resultado que eventualmente se tiene después de años de sacrificio y entrega- como un reproche para el hijo o la hija.

El debate que pudiese originarse en tanto si es buena o mala dicha disposición psíquica de parte de los padres, se termina con la sentencia de que dicha moral no ha resuelto nada, pues finalmente se trata de asuntos de hecho; es decir, la disposición psíquica no depende de la voluntad, por tanto, es inmodificable, de ahí que los valores de bueno o malo en nada ayudan.

Por otra parte, el hecho de que la disposición psíquica hacia los hijos sea inmodificable, no significa que estemos atados de manos para lograr un cambio en la relación con ellos. Un paso importante es tomar conciencia de esto, en vez de -como solemos hacer- crear mecanismos permanentes que intentan negar lo que muchas veces es evidente. Una manera eficaz para lograr dicha conciencia, así como para crear estrategias para resolver los conflictos que se presentan con los hijos, es el método creado por Sigmund Freud, llamado Psicoanálisis.

¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

[email protected]

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.