Isela Sedano
Los ángeles nos ayudan a encontrar esa libertad que el alma del ser humano tanto desea, utilizando su libre albedrío que el Creador nos regaló, que nosotros no sabemos usar, encadenándonos siempre como si la libertad dependiera de otras personas o circunstancias.
Los ángeles nos ayudan a que se aclare nuestra mente, que se libere del laberinto que siempre crea para no tomar el camino más sencillo, más recto, más luminoso. Pero, ¿cómo funciona la mente para desviarse del camino más luminoso? Pues se crea obligaciones donde no las hay, busca las soluciones y los mensajes donde no están; la sencillez le da miedo, tiene la impresión de que no podrá justificar su presencia y su utilidad si las cosas son muy simples.
Entonces, los ángeles nos dicen: “ve y acepta tu sencillez en tu interior, pon atención a lo que te rodea, las plantas, los animales, el sol, las nubes, lo que forma parte de los ciclos de la vida y del Universo, todo lo que existe”.
Cuando se establece la sencillez y la visión clara, vemos las cosas como son realmente; nos hacen recordar que somos parte de los ciclos del Universo y que no podemos dominarlos, controlar el tiempo y la naturaleza a nuestra voluntad; necesitamos recordar que solo somos parte del Universo y pensar: yo formo parte de esto y a mí no me corresponde gobernar o controlar lo que me ofrece el Universo.
Los ángeles nos enseñan que hay que encontrar en tu interior que estás al servicio del Universo, que posees un gran poder creador, pero que Dios no lo dio para dominar. Paciencia, observa a tu alrededor y ganarás tiempo.
Escúchate y escucha todo lo que te rodea y ya no necesitarás querer estar en todas partes con todas las personas, deseando todos los reconocimientos y todos los premios, porque habrás elegido el sitio donde debes estar; cuando estás en tu lugar, sin que te des cuenta, estarás en todos los sitios y obtendrás todos los reconocimientos que deseas obtener.
Los ángeles nos demuestran que aquí en la tierra todo es libertad y que nosotros somos la libertad; y nos ayudan a comprender lo que nos hace sentir prisioneros y nos permiten liberarnos de esas creencias y frustraciones del Ego.
Cuando estamos en el presente en el aquí y ahora, sin ninguna proyección en el pasado y en el futuro, se establecen las conexiones como si fueran una red, sin crear una limitación; si solo hacemos nuestra tarea, estamos presentes en lo que sea, con amor y conciencia de lo que hacemos; así realizamos nuestra tarea más rápido, con un desarrollo que no nos habíamos imaginado y una realización más alegre, liberándonos de nuestras envidias y encontrando el equilibrio en relación con nuestros deseos profundos; por eso, ante nuestro deseo de libertad nos dicen: sé paciente y observa la naturaleza.
Hay un tiempo para cada cosa y si no es el momento, la semilla no crece; pero si se planta en buen momento, cosechas los frutos cuando corresponde.
