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Laboratorio prueba con éxito una insulina "inteligente"

Foto(s): Cortesía
Redacción

Científicos presentaron los resultados clínicos del estudio Bright que demostró que el uso de la insulina inteligente llamada Glargina U300, la cual imita la función de un páncreas al mantener estables los niveles del azúcar, con lo que redujeron hasta 40 por ciento los eventos hipoglucemicos entre pacientes diabéticos y evitaron desde deterioro físico y cognitivo, hasta internamientos con costos de 2 mil dólares por recaídas en México y muertes prematuras. 


En la 78 Sesión Científica de la Asociación Americana de Diabetes, Riccardo Perfetti, director médico de desarrollo farmacológico, y María Elena Sañudo, gerente médico de Sanofi, explicaron que, luego de dar seguimiento por 12 semanas a 200 mil pacientes de 60 países, demostraron que la aplicación subcutánea y diaria redujo cuatro veces más los episodios de hipoglucemia graves en comparación con la insulina llamada degludec. 


Cómo funciona 


Los especialistas dieron a conocer el estudio a 12 mil participantes del encuentro científico y explicaron que, a diferencia de las insulinas convencionales, al inyectarse el fármaco biológico en el brazo, abdomen o piernas se crea un depósito que libera poco a poco la insulina según la requiera el organismo, evitando que se vaya directo al torrente sanguíneo y se genere un desequilibro al bajar demasiado los niveles de azúcar. 


“La hipoglucemia está relacionada con daño cerebral, demencia, alzhéimer y eventos cardiovasculares, debido a que el corazón se acelera y carece de oxígeno, lo que puede causar la muerte. Sabemos que en México un internamiento significa una inversión de 2 mil dólares; por lo regular una persona se interna de siete a 12 veces, considerando que en cada hospitalización hay mayor deterioro, pérdida de vista, mal funcionamiento de riñones, y hasta amputaciones”, destacó. 


La nueva insulina, que circula en México desde 2017, tiene la peculiaridad de que le modificaron tres aminoácidos y actúa a través de moléculas que liberan de manera paulatina la hormona sintética; es decir, entra a las células y manda señales al organismo, por ejemplo al hígado, para que disminuya la producción hepática de glucosa adicional. 



 


“La insulina es una hormona crucial en el proceso metabólico y es producida por el páncreas; permite que el azúcar que entra al cuerpo nos proporcione la energía necesaria para efectuar complejas actividades, desde pensar hasta caminar”, comentó la experta. 


“Con la Glargina U300 se manda información a los tejidos más importantes: músculos, riñones y todos los órganos que se involucran en una adecuada metabolización del azúcar. También evita la liberación masiva de ácidos grasos en el organismo y la lipólisis, que es la degradación de los ácidos grasos, y los transforma en energía”, agregó.


Evitar el sufrimiento 


Cuando la persona sufre hipoglucemia, detalló Sañudo, presenta fatiga, arritmias, temblores, sudoración, visión borrosa y somnolencia. 


“La hipoglucemia es una preocupación para las personas con diabetes que están comenzando terapia con insulina, particularmente en el periodo inicial de ajustar la dosis,” agregó Alice Cheng, profesora asociada de Endocrinología en la Universidad de Toronto, Canadá, e investigadora principal del estudio. 



 


“Experimentar hipoglucemia, particularmente en este periodo de tratamiento temprano, puede reducir la confianza de los pacientes y los médicos, lo que lleva a un deficiente control del azúcar en sangre a medio plazo o a la interrupción del tratamiento en conjunto”, agregó. 


El fármaco biológico de segunda generación se aplica cada 24 horas para controlar los niveles de glucosa; sin embargo, los especialistas aclararon que puede haber pacientes que además requieran fármacos orales antihiperglucémicos.

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