Israel García Reyes
Este día el gobierno de Rusia admitió haber destruido un satélite propio durante la prueba de un misil espacial, en un hecho por el que Estados Unidos acusó a Moscú de poner en riesgo a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), además que señaló que esto provocó una nube de escombros.
Un comunicado del ejército ruso explicó que "el ministerio ruso de Defensa ha efectuado con éxito una prueba, a resultas de la cual el aparato espacial 'Tselina-D', que ha estado en órbita desde 1982, fue destruido".
Por su parte, Estados Unidos culpó a Rusia de provocar una nube de escombros amenazantes para los astronautas de la ISS subrayando que significó un riesgo para su integridad.
El gobierno estadounidense señaló que los siete astronautas a bordo de la ISS tuvieron que refugiarse temporalmente en sus naves para prepararse para una eventual evacuación de urgencia ante la lluvia de basura espacial.
A su vez, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, tachó de "hipócritas" las acusaciones de Estados Unidos que, junto a China e India, eran los únicos países en haber lanzado hasta ahora misiles espaciales.
Además, el jefe diplomático ruso indicó también que EU "ignoró las propuestas de Rusia y de China para un acuerdo internacional que impida una carrera armamentística en el espacio".
Abundó que, en 2020, EU creó un comando espacial y adoptó una estrategia con el fin de instaurar un dominio militar en el espacio.
Cabe mencionar que esta disputa pone de manifiesto el riesgo de una militarización del espacio, uno de los escasos campos donde Washington y Moscú todavía mantienen una cooperación relativamente estable más allá de sus numerosas discrepancias.
Asimismo, el incidente reavivó los temores de ver el espacio transformado en un campo de batalla entre las grandes potencias, ávidas de experimentar nuevas tecnologías militares sin regulación.
FOTO: El Diario
