Porras, gritos, aplausos, y lágrimas de felicidad fue recibida María Itzayana, una niña de 5 años que recientemente fue dada de alta del Hospital IMSS-Bienestar de Coatzacoalcos, ubicado al sur del estado de Veracruz, en donde por mucho tiempo batalló valientemente hasta derrota al cáncer.
El pasado 6 de septiembre fue cuando recibió la última de 120 quimioterapias a las fue sometida durante tres años para poder derrotar la leucemia linfoblástica que le fue detectada cuando apenas tenía un año y ocho meses de nacida.
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El cáncer fue confirmado en el Hospital de Minatitlán, de donde son originarios ella y suf familia, y en ese momento comenzó la búsqueda de centros médicos, públicos y privados, que pudieran ayudar a Itzayana.
Finalmente dieron con el ya mencionado hospital de Coatzacoalcos, en donde comenzó su tratamiento con quimioterapias a la brevedad. Se calcula que, en promedio, la pequeña recibió la sorprendente cantidad de 40 quimios por año.
La madre de Itzayana, Zuleyma Molina, admite que por momentos creyó que su familia no encontraría la salida de tan difícil situación, pero que depositó su fé y esperanza enteramente en las manos de los especialistas que cuidaban de su pequeña y, por su puesto, de Dios.
Le organizaron festejo
Itzayana llevaba puesto un vestido rojo decorado con corazones blancos, mismo que resaltaba la inmensa alegría reflejada en su rostro cuando salió del hospital tomada de la mano de sus padres el pasado viernes.
Con un desfile de carros adornados de globos, lonas con su rostro, peluches, e interminables ramos de flores, familiares y amigos celebraron entre lágrimas de alegría el triunfo de la pequeña, agradeciendo su fortaleza y su vida.
“Me dijeron adiós y toque la campana, ahorita voy a pasear y me encantó mucho la verdad todo lo que hicieron”, expresa la niña con alegría.
Cabe resaltar que, a pesar de que Itzayana ya no necesita más tratamientos, permanecerá bajo vigilancia médica de forma periódica para evitar que el cáncer regrese.
Mientras abandonaban el hospital que fue el hogar de Itzayana por 3 años, agradecieron profundamente a Dios, no sin antes enviar un mensaje a los padres y madres cuyos hijos aún luchan contra el cáncer.
“Hay que tener mucha fé nomas y llevar tranquilidad para no desesperarse, porque si es desesperante, se siente feo ver a un hijo en cama”.
