Israel García Reyes
En redes sociales se ha viralizado la historia de Brandon Burgos, un niño mexicano de apenas 11 años con un talento natural y una mano "bien ligerita" para realizar tatuajes, lo que le ha ganado el reconocimiento entre sus clientes.
Brandon usa guantes de látex y gracias a su habilidad delinea y rellena formas complicadas y estéticas en el pequeño estudio de su papá en la ciudad de Puebla.
El menor muestra una gran precisión con la que dibuja un diminuto círculo, poro por poro, o un rostro felino de reminiscencias egipcias, luego de lo cual limpia cuidadosamente la piel sobre la que trabaja.
"Empecé ayudando a mi papá, viendo videos y hay un libro que es un curso de tatuajes, lo empecé a leer, me empecé a meter más", refiere Brandon.
Recuerda que "ahora más gente pide que yo los tatúe y, claro, me están dando la confianza y lo agradezco".
Asimismo, comparte que ya recibió una invitación para participar en su primera exposición en Tepito, en la capital del país.
Por su parte, su padre, José Burgos, tatuador experto, cuenta orgulloso que Brandon se acercó espontáneamente a conocer su oficio.
"Lo ve con seriedad, (...) desde los seis años le gustó el dibujo, pero con la pandemia se involucró más, la única condición es que me entregue buenas calificaciones", señala.
El pequeño explica que originalmente practicó sobre pieles de silicona y frutas:
"La gente lo pide mucho, lleva unos 30 tatuajes y todos satisfechos y sin ninguna complicación", culmina.
