Tel Aviv está bajo fuego, y la Selección Mexicana de Gimnasia se encontraba concentrada a kilómetros de ahí, entrenando y despajando la mente del estruendor de una cruel guerra al compás de los acordes de la canción “La Llorona”, en su versión para la película Coco.
“Justo a lado del pabellón de entrenamiento hay un búnker, hemos podido estar en las instalaciones, no tan libremente, pero sí seguimos entrenando”, comenta Blajaith Aguilar, entrenadora de la Selección Mexicana de Gimnasia Rítmica, desde Israel, a ESPN.
El equipo mexicano, integrado por la entrenadora Blajaith Aguilar, y las atletas Adirem Tejeda, Karen Villanueva, Kimberly Salazar, Sofía Flores, Julia Gutiérrez y Dalia Alcocer, se encontraban entrenando en Israel junto al equipo campeón del mundo en la disciplina de gimnasia artística, esto como preparación de cara a los Juegos Panamericanos 2023 de Santiago de Chile.
Las estrofas de la popular canción de folklore mexicano comienzan a sonar, y muy cerca de ellas, lugar en el que el conflicto entre Israel y Hamas toca su punto más crítico. El eco de las detonaciones retumba en el espacio donde las gimnastas se encontraban, y la razón por la que se animaban a entrenar, es que hay un búnker antimisiles justo a un lado del complejo en el que se alojaban.
La entrenadora del equipo declara que el sonido de la canción ayuda mucho a las jóvenes a relajarse, y de una forma, ahogar los sonidos de un enfrentamiento que parece estar lejos de terminar.
“Nos sirve mucho, las chicas necesitan despejarse en algo, ayer (domingo) sí estuvimos aquí completamente encerradas, porque sí estábamos nerviosas. Tuvimos día libre y nos quedamos aquí, fue contraproducente, el estar encerrado no es bueno ni para ellas ni para mí, si nos dieron la facilidad de tener el búnker a lado, pues salimos a hacer algo, despejar la mente, que era lo que necesitábamos”, explica Blajaith.
La entrenadora también declaro que, aunque se encuentran relativamente cerca del grupo de Hamas, la realidad es que están lo suficientemente alejadas. Sin embargo, aclaró que deseaban salir de la zona de conflicto lo antes posible para volver a México.
Lamentablemente, las proyecciones para su participación para los Juego Panamericanos o su sueño olímpico han quedado relegados al segundo plano, pues ahora, en entrevistas, lo único que se les pregunta es sobre la guerra, misiles, disparos, detonaciones, y de igual forma narran que tienen 20 segundos para evacuar su complejo en caso de escuchar una alerta de bombardeo.
“No lo voy a comparar, porque no tiene nada que ver, en México estamos súper acostumbrados a la alerta sísmica, que escuchas. Algo que ya tenemos bien arraigado es este switch de supervivencia”, encuentra humor en medio del caos Blajaith Aguilar.
“Nos explicaron que si empezamos a escuchar la alarma, tenemos 20 segundos para llegar al búnker, llevarnos lo esencial, después de llegar al búnker, tienes que esperar unos 10 minutos más o menos. Si sigues escuchando la alerta te tienes que quedar adentro, porque quiere decir que siguen cayendo misiles o bombas, esperar hasta que termine y esperar lo mejor”.
Aguilar narra que le resulta desgarrador haber visto cómo colegas israelís se despiden de aquellos padres y hermanos que se preparan para enlistarse a la guerra, asegurando que empatizar con su dolor, pues vivir una situación similar debe ser devastador.
La última estrofa de La Llorona de Coco canta “no dejaré de quererte”, y es con ese enunciado que finaliza la rutina mixta que el equipo de gimnasia nacional pretende presentar en los Juego Panamericanos 2023.
Tras varios días de espera, las jóvenes fueron evacuadas por un Boeing 737 de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Después de 4 muchas escalas y casi 30 horas de vuelo, el equipo de gimnasia fue recibido en la base militar de Santa Lucía junto a otros 135
“Les decía a las chicas que este año ha sido difícil, porque hemos tenido bastantes situaciones, la verdad como equipo las chicas han sorteado bastante bien todo, y ahora podríamos decir que sobrevivimos a una guerra, lo decimos medio de broma medio preocupadas, esperemos que quede como una buena anécdota. Ni modo, nos tocó vivir esto y seguir adelante”.
