Israel García Reyes
En este día de San Valentín algunas personas suelen tomar decisiones drásticas influenciadas por el ánimo romántico de la celebración como lo es formalizar sus relaciones de pareja mediante una propuesta de matrimonio.
Por otro lado, puede ser que una de las partes no se encuentre lista para tomar una decisión como ésta. Los motivos son diversos, como la necesidad de libertad y que el matrimonio vendría a coartar, probablemente, proyectos de desarrollo profesional y personal, expectativas de mejoría económica y, por supuesto, problemas de pareja y el genuino deseo de no comprometerse.
Por eso, para evitar pasar por el bochornoso momento de la pedida de matrimonio, y más en público, te recomendamos lo siguiente:
1.- Habla con tu pareja. Desde el primer momento es bueno poner las cosas claras. Si no tienes interés en casarte, exprésalo desde el principio. Recuerda que sobre advertencia no hay engaño. Lo mismo puedes hacer que si no deseas tener hijos o incluso vivir en pareja, así como tus planes a futuro.
2.- Pon atención en las señales. Si a pesar de expresar tus ideas acerca de no contraer matrimonio notas que tu pareja piensa distinto: aguas. Es posible que esta persona planee hacerte la propuesta como una sorpresa, pero para que eso suceda existen alertas previas. Es cosa de poner atención en comentarios como: mira a fulanito y su novia qué bien les sentó el matrimonio, o frases como: mis padres llevan 40 años de feliz matrimonio. Incluso puede ser más directa o directo al decir: espero que cambies de idea sobre el matrimonio.
3.- Anillo prestado. Si te pide prestado un anillo podría ser que busca tomarte la medida para mandar a hacer uno de compromiso, lo cual no es buena señal.
4.- Promesa de matrimonio. En el caso de que tu pareja sea mujer, tal vez no te sorprenda con un anillo, pero si su deseo es casarse y el tuyo no, es mejor aclararlo antes. Recuerda que prometer matrimonio, aunque no lo hagas en público y con anillo en mano, implica un compromiso que incluso conlleva una responsabilidad y una futura demanda civil si es que no cumples con tu palabra.
5.- Propuesta sorpresa. Si a pesar de que has dejado en claro que no tienes deseos de casarte, tu pareja te sorprende durante una reunión familiar, en pleno concierto o en un centro comercial, cuando esto ocurra debes actuar según tus convicciones y ser firme. De hecho, el que pase por alto tu opinión es una clara muestra de que no te respeta y que intenta imponer su voluntad. Así que más vale rechazar amablemente su propuesta y alejarte. No tienes por qué sentirte culpable pues es preferible este mal trago a atravesar varios años viviendo un matrimonio indeseable.
Lo principal es la comunicación; aunque se trate de una relación informal y hasta fugaz, es mejor hablar. Poner límites es importante para establecer la convivencia y no dejarse llevar por presiones sociales o de terceros, incluidos padres, tíos y amistades.
FOTO: El mañana de Nuevo Laredo
