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Celulares causarían síndrome de abstinencia como las drogas: expertos

Especialistas afirman que antes de los 16 años no es recomendable que un niño tenga un teléfono móvil.
Foto(s): Cortesía
Israel García Reyes

Israel García Reyes

El español Marc Masip, psicólogo y experto en adicción a las nuevas tecnologías, además de director de Desconect@, un programa de rehabilitación terapéutica para aprender sobre el buen uso de las nuevas tecnologías, señala que “las drogas y el teléfono móvil causan un síndrome de abstinencia similar".

Abundó que, "obviamente las drogas tienen otros componentes físicos y químicos que la tecnología no tiene; sin embargo, las dos te arruinan la vida, pero no te matan”.

Explicó sobre lo incipiente y poco conocido del vínculo adictivo a los videojuegos, por ejemplo:

“Con la heroína tampoco sabíamos que era tan mala al principio”.

Señaló sobre las afectaciones en el uso excesivo de las tecnologías : “El primero es el síndrome de abstinencia, todo lo que provoca cuando quiero usar o consumir algo (drogas, pantallas, videojuegos) y no puedo. Otro aspecto es la sustitución de actividades, el hecho de perderse horas de deporte, en familia o con amigos por preferir estar frente a las pantallas, esa es una señal fuerte de dependencia”.

También consideró: “Hay otras señales que quizás son más claras aún, como la ansiedad, el estrés, la frustración, los problemas de sueño y de rendimiento académico. Y el último aspecto y el más claro sucede cuando una vez que se toma conciencia del problema y se quiere controlar o abandonar el consumo, llega el problema más grande: querer y no poder. Cuando alguien quiere usar menos las pantallas y se da cuenta que no puede, ese es un gran ejemplo de dependencia”.

Indicó que el teléfono móvil o las pantallas no son un problema como objeto en sí:

“El celular es el síntoma, más allá de que existan aplicaciones y plataformas que fomentan la adicción. Lo que hay detrás es una mala gestión de las emociones, cuando tengo una adicción o un trastorno es porque hay un origen, un malestar de base y el mal uso de las tecnologías es la sintomatología, ya sea por problemas de autoestima, o de otro montón de problemas que son el origen del trastorno”.

También destacó el especialista: “La frustración tiene dos salidas, o la adicción o la depresión”.

Además, Masip reflexiona que cuando existe un trastorno vinculado al uso de los videojuegos Masip no recomienda “graduar” el tiempo que el niño pasa frente a la consola o pantalla:

“Uno no le dice a un hijo si te portas bien en la semana, el viernes puedes fumar o drogarte, con los videojuegos es lo mismo, premiar con las pantallas es un error, premiar con consumo no es lo que le hace bien a los niños”.

Por ello recomendó:

“Antes de los 16 años no es recomendable que un niño tenga un teléfono móvil, porque aún no tienen las destrezas necesarias para el uso de una herramienta tan potente. Realmente, a los 10, 12 o 14 años un niño no lo necesita ni para tener amigos ni para estudiar ni para algo similar. Los chicos donde más usan el celular es en su cuarto, en la cama o en el baño, donde no son vigilados por los padres, para sentirse libres, lo que todos más deseamos es la libertad".

Agregó: "Lo que pasa es que hay un desconocimiento del origen de la libertades, porque la libertad se adquiere desde el conocimiento, cuanto más sé más puedo elegir y por lo tanto mas libre soy, por eso si la libertad aumenta con el conocimiento, cómo es posible que les demos libertad absoluta frente a un teléfono móvil sin el conocimiento ni la madurez para manejarlo”.

Asimismo, Masip considera que las redes sociales tampoco son recomendables para chicos menores de 16 años:

“El celular no les va a dar más amigos como creen algunos padres, todo lo contario, los niños van a perder herramientas de relación interpersonal y van a tener una comunicación más cobarde. Esa diferencia entre lo que eres y lo que muestras en redes genera frustración, da una falsa idea de uno mismo, Estamos formando adolescentes que pueden decir todo a través de una pantalla pero que no tienen las herramientas de comunicación ni la valentía para decirlo cara a cara”.

Además, el experto señaló que, como medida de prevención, para no llegar a los extremos de la adicción ni a un vínculo con las tecnologías que implique trastornos de sociabilidad:

 “De los 0 a los 6 años no deberían ver pantallas, por más que uno quiera como padre cenar tranquilo”, concluyó.

FOTO: Infobae

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