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Provoca cáncer de mama 1 muerte cada 3 días Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Aún no comenzaba a menstruar, la señal de que su cuerpo había entrado a la adolescencia, cuando un tumor abrió a María uno de los senos como si fuera una naranja a la que le empezaron a quitar la piel.


Sin entender lo que pasaba, el tumor se salió de los tejidos de la mama, la piel se empezó a desgarrar y ulcerar, mientras el cáncer se diseminaba hacia otros órganos.


De nada sirvió que, a sus 11 años, le hubieran realizado tres ultrasonidos de seno, llegó al Hospital Regional de Alta Especialidad sin diagnóstico.


Tres patólogos coincidieron que era cáncer de mama, uno muy raro y con apenas una incidencia menor al 0.01 por ciento en infantes y adolescentes: carcinoma secretor.


Diagnóstico tardío


La radiologa oncóloga responsable del área de mama del Hospital Regional de Alta Especialidad, Myrna Verónica Palma Garzón, atendió a María en el 2013 y no se sabe si la niña tuvo un factor genético o algún síndrome asociado que haya potenciado la presencia de ese cáncer.


Lo que si sabe es que cada vez hay más campañas "oportunistas" para la detección de cáncer e incluso estudios a bajo costo que no garantizan una detección oportuna ni a tiempo.


Ese tiempo que se pierde en lograr la detección del cáncer de mama es vital para el físico médico del área de Imagenologia del Hospital Regional de Alta Especialidad, Flavio Ernesto Trujillo Zamudio, porque para una paciente representa la diferencia entre morir o luchar por estar viva.


"Un falso positivo o negativo, un mal diagnóstico o un estudio que no es bien interpetado condiciona un peor diagnóstico", por lo que, además de evitar los factores de riesgo como fumar o consumir bebidas hipercalóricas y, a partir de los 40 años, realizarse estudios de escrutinio como la mastografia.


La edad promedio en que fallece una mujer por cáncer de mama es los 59 años, la mayoría diagnosticadas en etapa tardía.


Una defunción cada tres días


De acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), de 2016 a agosto de este año han muerto 333 mujeres por cáncer de mama, es decir 10.4 defunciones al mes o una mujer cada tercer día.


El cáncer de mama es el segundo padecimiento oncológico más agresivo en las mujeres mayores de 25 años.


Oir el diagnóstico de cáncer fue para Xóchitl Ricarda Trani Saguilan como escuchar una sentencia de muerte, pero sin plazo.


Creyó que le quedaban días y, durante un mes no hacía más que llorar, sobre todo por su hijo Carlos de 3 años y su hija Yuriana de 13.


"Fue como desmayarme, sentí como si fuera morirme, lo sentí así y con mis hijos muy pequeños", recuerda 23 años después del diagnóstico.


El cáncer empezó en el oído, se manifestó como un lunar, "que de repente se ponía claro y otras veces se oscurecia, como si fuera piel de iguana". Le dijeron que era una micosis aguda, pero el diagnóstico fue erróneo.


Después de batallar en trámites burocráticos para que en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la canalizaran con un especialista, el médico regañó a Xóchitl por no acudir antes.


El tratamiento que evitó que el cáncer se expandiera incluyó que le retiraran la matriz y, desde hace 22 años, no falta a sus mastografias ni ultrasonidos que inicialmente fueron cada seis meses y ahora cada doce.


Prevención


"Me dijeron que debía checarme continuamente porque empecé con masa fibroquistia. Era necesario que me quitaran la matriz, aunque yo no quería", admite y reconoce que muchas mujeres, sobre todo las que están casadas con hombres machistas, no acuden a realizarse acciones de prevención, como su suegra León Soledad, quien en abril cumplió un año que murió de cáncer de mama, porque su esposo nunca le permitió realizarse un estudio.


Generalmente una bolita en el seno es la señal de alarma para muchas mujeres, como Agustina Daria Padilla, quien a sus 80 años le diagnosticaron cáncer de mama y ha sobrevivido ocho años más sin que hubiera necesidad de quimioterapia, sólo 25 radiaciones y cinco años con medicamentos


Pero a diferencia de Agustina o Xóchitl, el grado de avance de la enfermedad no dio tiempo que le realizaran nada a María. Murió a los cuatro meses del diagnóstico. Una detección a tiempo hubiera sido la diferencia y hoy ella podría estar viva, cursando su bachillerato.

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