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Permarexia: no estás libre de ella

Foto(s): Cortesía
Redacción

Muchas personas consideran que tener una silueta delgada es lo más importante en la vida, y que de ello dependerá su felicidad, sin embargo la realidad es otra, pues este comportamiento ha llevado a que la ciencia empiece a considerar ciertos comportamientos perjudiciales para las personas.


Este ha derivado en la permarexia, una palabra que aún no aparece en los diccionarios ni está catalogada médicamente como enfermedad, pero los expertos comienzan a usarla con relativa frecuencia porque puede ser la antesala de un severo trastorno alimentario, como la anorexia y la bulimia.


La permarexia es un síndrome psicológico que afecta principalmente al sexo femenino. Las afectadas piensan a todas horas en la comida y en las calorías que ingieren, y siguen de forma permanente y estricta una dieta de adelgazamiento. Además, estar siempre a dieta y privarse del consumo prolongado de determinados alimentos por su elevado contenido calórico, puede conducir a una carencia de ciertos nutrientes esenciales.


No es lo mismo


La permarexia también se diferencia de la bulimia y la anorexia en que las personas que lo padecen no vomitan, y comen, ccosa que no hacen las personas anoréxicas. Además quienes lo tienen, pueden incluso a llegar a verse saludables y no llamar la atención de su entorno, ya que estar a dieta no resulta algo raro, sino más bien se considera algo positivo, saludable, que se asocia con fuerza de voluntad.


Prevención


Quizás el aspecto más alarmante de la permarexia radica en que la persona que la sufre no reconoce a su conducta como un problema y, por ello, tampoco adquiere conciencia de que sus hábitos pueden desestabilizar gravemente su organismo. Por lo que someterse a dietas estrictas ocasiona frecuente variación del peso corporal, sin control alguno, y en cada ocasión los kilos que se pierden vuelven a recuperarse, incluso en mayor cantidad, sufriendo el famoso ‘rebote’.


Tratamiento


El tratamiento debe ser abordado por un equipo multidisciplinario de psicólogos y nutricionistas. Los primeros tratarán las causas psicológicas que condujeron al trastorno, mientras que los segundos se centrarán en la reeducación de las conductas alimenticias.


Sin embargo, por todo esto, lo ideal es acudir con un experto en trastornos alimenticios, nutriólogo o psicólogo, a fin de recibir asesoría, aclarar dudas e iniciar un tratamiento. Siempre hay que tener en cuenta que no se tienen que seguir estereotipos si se pone en riesgo la vida.


Consecuencias


El estado abusivo de dietas afecta a largo plazo al funcionamiento de la glándula tiroides, acelerándola y desembocando en hipotiroidismo. Además, se suman otras enfermedades que pueden surgir como la hipoglucemia, trastornos digestivos variados como úlceras gástricas o estreñimiento y alteraciones nutricionales debidas a la falta de vitaminas, proteínas, minerales e hidratos de carbono.


+De


A diferencia de la ortorexia, las personas que viven con este trastorno no se preocupan solo de ingerir productos saludable, si no que su atención se centra en el valor energético de los alimentos. Además no llegan a extremos como dejar de comer o recurrir al vómito, ni a la utilización de fármacos, diuréticos o laxantes, pero su obsesión les lleva a serias descompensaciones en el organismo.


¿Sabías que?


La principal causa de este trastorno es un temor obsesivo por el sobrepeso, la obesidad, por subir de peso, lo que lleva a estar permanentemente a dieta.

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