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Oaxaca, primer lugar nacional en casos de Mal de Chagas

Foto(s): Cortesía
Redacción

Calificada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos como una de las enfermedades parásitas que matan a más personas de forma silenciosa, Oaxaca registra hasta la semana epidemiológica número 11 de la Secretaría de Salud, 11 casos de chagas entre agudos y crónicos; la número uno entre las 10 entidades que registran la enfermedad de tripanosomiasis americana.


Datos de los Servicios de Salud de Oaxaca reportaron que en el 2015, la entidad ocupó el primer lugar a nivel nacional por más casos de chagas, con cerca de 90 enfermos; el año siguiente -con corte del primer semestre- se reportaron 53 casos.


Mal de chagas


*Aproximadamente entre 6 y 7 millones de personas en el mundo están infectadas.


*Inicialmente, la enfermedad de chagas estaba confinada a la región de las Américas, principalmente en América Latina, pero se ha propagado a otros continentes.


*Se puede curar si el tratamiento se administra al poco tiempo de producirse la infección.



 


El informe de la semana epidemiológica número 11 de la Secretaría de Salud indica que Oaxaca cuenta con ocho casos agudos del mal de chagas y tres crónicos; le sigue Chiapas con cinco; Veracruz con cuatro y Tabasco con tres.


Unidos contra el mal


A finales del año 2015, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomendó a los gobiernos de Estados Unidos y México unirse para combatir la enfermedad del mal del chagas, que es -según este centro- la tercera infección parasitaria más común en el mundo, y de la que muchas veces sus víctimas mueren sin saber que portaban esta enfermedad crónica para la que no existe vacuna.


Esta enfermedad es provocada por una “chinche besucona”. La Organización Mundial de la Salud indica que se transmite principalmente por contacto con las heces u orina infectadas de insectos triatomíneos que se alimentan de sangre humana.




Habitantes de casas mal construidas en las zonas rurales y suburbanas, están más expuestos a contraer este mal.

Dichos insectos viven en las grietas y huecos de las paredes y los tejados de las casas mal construidas en las zonas rurales y suburbanas. Se estima que durante el día se ocultan y por la noches son activos.


Pican en una zona expuesta de la piel y defecan cerca de la picadura. Los parásitos penetran en el organismo cuando la persona picada se frota instintivamente y empuja las heces o la orina hacia la picadura, los ojos, la boca o alguna lesión cutánea abierta.


Alerta


En la fase aguda dura unos dos meses después de contraerse la infección. Durante esta fase circulan por el torrente sanguíneo una gran cantidad de parásitos y en la mayoría de los casos no hay síntomas específicos.


Un signo inicial común puede ser una lesión cutánea o una hinchazón amoratada de un párpado. Entre los signos de alarma está la fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico.


Durante la fase crónica, los parásitos permanecen ocultos principalmente en el músculo cardíaco y digestivo. Hasta un 30% de los pacientes sufren trastornos cardiacos y hasta un 10% presentan alteraciones digestivas (típicamente, agrandamiento del esófago o del colon), neurológicas o mixtas.


Con el paso de los años, la infección puede causar muerte súbita por arritmias cardíacas o insuficiencia cardíaca progresiva por destrucción del músculo cardíaco y sus inervaciones.



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