En 2013 acudió al Ministerio Público para denunciar al personal médico que la intervino quirúrgicamente y que le ocasionó una incapacidad permanente, pero lo que ha recibido la señora Martha LM es dilación para acceder a su derecho a la justicia.
“La justicia en Oaxaca no se les da parejo a todos, se nos ponen demasiadas trabas”, lo dice y recalca las complicaciones en su vida por una histerectomía en la que le ligaron el uréter del riñón derecho: perdió la autonomía para moverse y se enfrenta a dolores crónicos.
“Seguido me caigo, eso me llena de impotencia, porque quiero ser independiente como antes, pero no puedo”, y admite que si no fuera jubilada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no tendría cómo costear sus medicamentos.
En esa institución se desempeñó como auxiliar de enfermera 36 años, hasta el 2016. Cuatro años antes, en noviembre de 2012, en la clínica del IMSS Oportunidades de Villa Alta, donde trabajaba, le realizaron una histerectomía, pero por una mala práctica médica le ligaron el uréter del riñón derecho.
La histerectomía buscaba remediar un sangrado disfuncional en su etapa de menopausia, ya que el tratamiento hormonal que mantuvo un año no hizo efecto. En vez de un remedio, todo se complicó.
Inexperiencia
Los tres médicos residentes “que iban de salida por terminar su preparación”, se encargaron de hacer la intervención quirúrgica que de inmediato le causó problemas.
“Después de que se me quitaron los efectos de la anestesia yo sentía mucho dolor, sabía que no era normal, porque a pesar de los anestésicos no se me quitaba, sin que nadie me hiciera caso”, recuerda.
Al ver que el dolor era persistente, optó por irse al Hospital IMSS Oportunidades de Tlacolula, la ingresaron por un absceso en la herida, “no me hicieron caso”, al mes regresé y un doctor con el que trabajó años atrás le envió a realizar un ultrasonido que determinó que la uretra estaba ligada al riñón. Era necesario volverla a operar, una hidronitosis le llenó de líquido el riñón.
Más errores
En diciembre de 2012, en una cirugía de reimplante en el Hospital de Zona número uno del IMSS, en la ciudad de Oaxaca, intentaron reconectar el riñón con la vejiga, pero durante la aplicación de la anestesia le dañaron la cuarta y quinta vértebra de la columna, no pudo caminar durante un año.
“Tuve que hacer mucha terapia y ejercicios para volver a pararme porque no quería quedarme en la silla de ruedas”, relata desgastada por tanta burocracia en las instituciones encargadas de administrar justicia.
El temor de que no volviera a caminar llevo a la señora Martha a presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, donde sólo le han dado largas, pasando por alto dos peritajes médicos donde señalan que las secuelas en su cuerpo son permanentes e irreversibles,
“Optamos por la conciliación, a mí no me interesa que se vayan a la cárcel y que no los saquen de ahí, simplemente quiero la reparación del daño, sé que aunque me den todo el dinero del mundo jamás mi vida va a ser como antes, espero que al menos determinen que son culpables”, pero en vez de eso sólo ha comprobado que las autoridades encubren a los médicos cuando se les acusa de una mala práctica.
