Pasar al contenido principal
x

El amor, realidad y mundo exterior

Foto(s): Cortesía
Redacción

Una vez hecha la restricción de nombrar como mundo exterior a todo cuanto nos rodea y nos provee de estímulos, con la lupa que nos proporciona la vida amorosa de los seres humanos, intentaré esclarecer lo que es la realidad.


El amor y la diferencia sexual


La técnica de investigación que nos heredó Sigmund Freud, nos permite separar los elementos que se enlazan en aquello que aqueja al paciente y nos narra en sesión. En la nota anterior mencioné que para dar respuesta a las interrogantes de la paciente, tomaría una generalidad de la vida amorosa, en este caso de las mujeres. Para ello, nos distanciaremos de las ideologías que intentan explicar el amor sin tomar en cuenta la diferencia sexual; popularmente se dice que mientras las mujeres son más sentimentales, los hombres se inclinan más al placer carnal.


Por otro lado, tomar como referente las relaciones heterosexuales, nos llevaría a un sinnúmero de imprecisiones, además que las penas de amor no son exclusivas en ellas, así que utilizaremos los términos pasivo y activo según sea el papel que juegan los enamorados en la relación y en distintas situaciones.


Pasivo y activo


En la vida sexual, en un inicio se intentó delimitar la definición de lo activo a lo masculino y lo pasivo a lo femenino, pero nuevamente nos encontramos con una imprecisión, así que será mejor esperar que sean las circunstancias las que nos permitan describir cuando la actitud del o la enamorada es pasiva o activa.


Cuando nos enamoramos, adoptamos determinada actitud ante quien hemos depositado tal afecto, se calcula y fantasea; cálculos y fantasías que difícilmente se le confesarán al enamorado, con excepción de aquellas que le llamaremos ilusiones del amor puro y eterno.


Algunos enamorados adoptan en el idilio un papel activo, buscan, llaman, envían mensajes, hacen promesas de palabra, muchas veces las hacen con sus actos de amor; por otra parte, el otro enamorado juega un papel pasivo pues cuando las recibe reforzará o creará sus fantasías, se forma una amalgama que llamaremos realidad. El o ella no dudará de las palabras y actos de su enamorado, pues la fuerza no les pertenece ni a las palabras y ni a los actos, solo caen en tierra fértil; en el caso de la mujer, suponemos cuatro fantasmas: el deseo de ser amada, de ocupar un lugar privilegiado; los sentimientos de soledad, vacío y minusvalía. Nuevamente caemos en terreno oscuro que requiere detenernos antes de brindar explicaciones  apresuradas a la pregunta por responder.


Continuará el próximo sábado…


Invitación


No te pierdas el Curso radiofónico sobre "La angustia, el único afecto que no engaña", donde se explicará de manera clara y accesible la dinámica y leyes a las que obedece el alma humana. ¡Escúchanos! Los viernes en punto del medio día a través de www. http://mixlr.com/radiounivas o Facebook Live.


¿Quieres saber más? Pide informes y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!


Síguenos en Facebook: Instituto de Estudios e Investigación Psicoanalítica A.C.-INEIP o llámanos al 951 244 70 06 / 951 285 39 21.


[email protected]

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.