La noche de fiesta de Ada G.O.S., de 42 años de edad se convirtió en tormento y finalmente en muerte al ser atacada a balazos al parecer por su esposo, M.L.V., de 49 años de edad, en su domicilio ubicado en la comunidad de San Pablo Huixtepec, Zimatlán de Álvarez.
De acuerdo con informes de los pobladores, Ada y su esposo acudieron a una fiesta del hermano del presunto homicida en la primera privada de Trujano del barrio Juquilita en la comunidad de Zimatlán de Álvarez.
En el lugar todo fue alegría y diversión, ya que Ada era una mujer que le gustaba convivir y por ello, en los primeros minutos del lunes regresó a su domicilio ubicado a unos 50 metros de donde fue la fiesta.
Minutos antes de las dos de la mañana, en el hogar conyugal habría ocurrido la discusión y lo cual habría originado que el agricultor, M.L.V., le disparara a su esposa, Ada de 42 años de edad.
El agresor se dio a la fuga, revelaron la policía municipal y estatal que arribaron al domicilio ubicado frente a novedades Rossy en la misma población de San Pablo Huixtepec.
La zona fue acordonada y al lugar se trasladó el personal de la Fiscalía General del Estado del área de feminicidios, quienes realizaron las diligencias.
Los peritos y agentes investigadores recabaron las evidencias en la vivienda y posteriormente el cuerpo sin vida fue trasladado al anfiteatro del Instituto de Servicios Periciales en San Bartolo Coyotepec, donde se le practicó la necropsia de ley.
En la privada de Trujano aún estaba la lona del festejo y muchos de los familiares llegaron para seguir la convivencia, pero se enteraron de la tragedia.
A unos metros, en el domicilio de Ada también fue colocada una lona con la información sobre la velación de sus restos.
Del caso, el agente del Ministerio Público ha iniciado la carpeta de investigación por el delito de feminicidio y han girado oficio a la policía para buscar al agricultor que se perfila como el presunto feminicida.
Vecinos de la zona lamentaron el crimen e indicaron que la mujer era muy tranquila, respetuosa y conversadora, y dicen desconocer cómo ocurrieron los hechos en su seno familiar.
“Dios lo tenga en su gloria, era una buena persona y ahí se encargará la justicia”, dijo una comerciante del lugar.
