JUCHITÁN, Oaxaca.- La violencia ha resurgido en la ciudad zapoteca, mientras las calles se despejan de escombros, empiezan a poblarlas todo lo que había antes del "7S": vida y muerte. Y como siempre ha sido, los más vulnerables a las consecuencias de la violencia son los niños, a pesar de existir “leyes” para la protección de la infancia; por lo general -por no decir siempre- todo eso se queda sólo en el papel.
Juchitán no debe olvidar el pasado, no hay borrón y cuenta nueva, por la boca de los pobladores se han narrado hechos lamentables, donde el “código de honor” entre criminales se ha roto que decía que a niños y mujeres se les respetaba la vida, la delincuencia ha cobrado la vida de muchas personas inocentes que por sólo estar en el lugar y hora equivocado pagan con sus vidas.
El jueves 19 de este mes ocurrió un violento asalto, la ceniza noche fue testigo de como un bebé, de tan sólo un año de edad, resultó lesionado por una bala. La indignación y consternación no se hizo esperar en todos los habitantes de la ciudad que ven el revivir de episodios dolorosos, y es que no es la primera vez que niños quedan a merced de las balas y han perdido la vida.
Escudo humano
En uno de los acontecimientos más sangrientos que ha registrado Juchitán, un niño fue herido y minutos después perdió la vida en un ataque en la Sexta Sección.
Fue el 14 de julio del 2014. Al filo de las 15:00 horas un comando armado, con fusiles de alto poder, desató el infierno al disparar contra personas que estaban en la oficina de la Organización Ciudadana para la Liberación del Istmo (OCLI).
Al callar las armas, habían fallecido en el lugar dos adultos y menor de 11 años estaba gravemente herido, personal del heroico cuerpo de bomberos lo traslado al Hospital Civil Dr. Macedonio Benítez Fuentes donde minutos más tarde dejó de existir, las heridas mortales fueron por disparo de arma calibre .223.
Al infante su tío lo cubrió con su cuerpo; pero el escudo humano no pudo frenar a los ardientes proyectiles que despedazaron la carne del adulto para llegar hasta el niño. Los juchitecos no podían creer que un menor hubiese caído aquella tarde, roja, tan roja como el sol antes de ponerse.
Asesinan a toda la familia
Madre e hijo vieron un cruel final.
Otro hecho lamentable sucedió en el fraccionamiento “La Planta”, que está ubicado al norte de la ciudad y donde fue ejecutada una familia.
Un niño de 11 años y sus padres perdieron la vida a balazos, el padre era vocalista de la agrupación musical Caribu, los verdugos se ensañaron con él y le cercenaron la cabeza con puros disparos. Un hecho que ayuda a ver la dimensión que ocupa la violencia en el Istmo.
Tres humanos dejaron de forma inmisericorde este mundo. El día fue un 29 de Julio del año 2016, cuando un comando irrumpió en un domicilio particular de dicho fraccionamiento.
Los mataron como los encontraron en la casa, el menor estaba en una hamaca y al entrar, su madre que estaba cerca, según la policía, trató de protegerlo mas fue inútil, las balas se incrustaron en los dos. El niño quedó en la hamaca y su madre a un lado.
En el baño de la casa fue encontrado sin vida el padre Víctor S.L., de 40 años, quien fue decapitado a balazos. En la sala quedaron los cuerpos de Zaira Reyna B.R., de 42 años, y Víctor de 11 años.
Un cuarto integrante de la familia logró sobrevivir porque dormía en la segunda planta de la casa y escuchó las detonaciones, así que logró ponerse a salvo, es hermano del pequeño fallecido.
Los "fusilaron"
Otro hecho lamentable donde un menor de edad perdió la vida fue a un costado de la colonia Lorenzo Santiago, que pertenece a la Séptima Sección.
El 11 de Mayo del 2016, un comando armado llegó a un domicilio particular donde con armas de alto poder entre ellas las famosas “cuerno de chivo” o AK-47, y desataron una masacre.
En el lugar tres jóvenes perdieron la vida, se sumó un cuarto que murió en el Hospital Civil cuando recibía atención médica; una semana después, la cifra aumentó a cinco, ya que un pequeño de seis años perdió la vida porque su pequeño cuerpo no aguantó las brutales heridas.
Perdieron la vida los hermanos Cecilio y Benito de 23 y 27 años, respectivamente; también falleció Elvis Alberto S.M. de 19 años, Jesús G. M. de 25 años murió en el nosocomio.
Una semana después y a unos dos días de su cumpleaños Juan de 6 años murió debido a la lesión en la cabeza.
