Pasar al contenido principal
x

El asesinato del coronel Delgado Chalbaud

Foto(s): Cortesía
Aleyda Ríos

Agencias

El 13 de noviembre de 1950 fue asesinado a los 41 años de edad el coronel Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta de Gobierno Militar de Venezuela, que había surgido a raíz del derrocamiento del mandatario civil Rómulo Gallegos.

Rafael Simón Urbina, alias el General, señalado de ser el cabecilla de los autores materiales del crimen, cayó también abatido cuando trataba de huir.

La represión de la Junta Militar

Para ese año de 1950, la resistencia contra la Junta Militar de Venezuela estaba liderada por los partidos Comunista y Acción Democrática, que habían realizado huelgas obreras, movimientos de protesta campesina y otras acciones políticas.

La Junta Militar disolvió el Congreso Nacional, el Consejo Supremo Electoral, los Consejos Municipales y las Juntas Departamentales y Comunales de toda la República. El ex-presidente Rómulo Gallegos, detenido por el nuevo gobierno, salió al exilio.

El partido Acción Democrática, que había ejercido el gobierno, fue disuelto, y sus principales dirigentes perseguidos, encarcelados o desterrados. Meses más tarde fue disuelto también el Partido Comunista. 

Venezuela vivió una época de orden, basado en la persecución vigorosa de todos los individuos contrarios a la Junta Militar y apoyado por las compañías petroleras, dispuestas a colaborar con el ejército porque defendía mejor sus intereses que el gobierno anterior.

La Junta Militar declaró su propósito de llamar a elecciones libres, sin ventajas para nadie, para encaminar el país a la constitucionalidad.

Pero en la práctica, la ilegalización de partidos, la censura de prensa, la persecución política, suspensión de garantías constitucionales, cierre de la Universidad, etcétera, eran medidas que iban definiendo el carácter dictatorial del régimen.

Se organizó la Policía Política, se estableció un control militar, se restringió el derecho de reunión y el funcionamiento de los partidos políticos.

La división en la Junta Militar 

El gobierno buscaba "no atacar a todo el mundo, concentrar el fuego contra el enemigo principal del momento, que era para ellos el recién derrocado Partido de Gobierno e ir apretando en la medida que el régimen de la Junta Militar iba fortaleciendo su estructura. Pero en el seno del Gobierno comienzan a imponerse los partidarios de la política de fuerza encabezado por Marcos Pérez Jiménez".

El comandante Carlos Delgado Chalbaud, persona bien educada e hijo de Román Delgado Chalbaud, opositor al general Juan Vicente Gómez, que desde 1908 hasta 1935 dominó el país por medio de una dictadura, había prometido que su gobierno sería provisional hasta que realizaran nuevas elecciones.

Sin embargo, sus otros compañeros de la Junta Militar, los comandantes Marcos Pérez Jiménez y Felipe Llovera Páez, se oponían a ese plan político.

El distanciamiento de Delgado Chalbaud con Pérez Jiménez se fue acrecentando a medida que se debatían las alternativas para institucionalizar el nuevo régimen.

A comienzos de 1950, se discute sobre un acuerdo para convocar a elecciones, disolver la Junta Militar y entregarle la Presidencia a un candidato de entendimiento entre los partidos políticos y las Fuerzas Armadas que sería el propio Delgado Chalbaud, quien se estaba perfilando como una personalidad política de primera importancia.

En medio de las pugnas políticas de ese año 1950, un grupo dirigido por Rafael Simón Urbina secuestró al presidente Delgado Chalbaud y luego lo asesinó.

Durante la comisión del magnicidio Rafael Simón Urbina fue herido accidentalmente.

La hora fatídica

En la mañana del lunes 13 de noviembre de 1950, Delgado Chalbaud se disponía salir hacia el Palacio de Miraflores junto a su edecán, el teniente de navío Bacalao Lara, en el auto Cadillac presidencial.

Sin embargo, los conjurados que alcanzaban dos decenas, esperaban agazapados en las proximidades, distribuidos en 5 vehículos.

El auto presidencial enfiló hacia su destino a las 08:00 horas. Al superar una curva se oyeron tres cornetazos; era la señal que esperaban los conspiradores para actuar.

A la orden de Simón Urbina, Carlos Mijares atravesó un auto Ford en la vía por donde debía pasar el Cadillac presidencial, al mismo tiempo, otros tres autos cortaban los flancos. En un rápido movimiento los tres hombres del presidente fueron reducidos por los confabulados. 

El presidente de la Junta de Gobierno fue sacado con violencia del Cadillac y llevado junto a su edecán y su escolta al carro que conducía Mijares. A Delgado Chalbaud lo sentaron en la parte posterior flanqueado por Simón Urbina. En el trayecto, Rafael Simón Urbina se dedicó a insultar a Delgado Chalbaud.

A las 9:20 de la mañana llegaron a la quinta Maritza. Justo cuando Mijares estacionaba el auto sonó un disparo. A uno de los confabulados, Pedro Antonio Díaz, se le había escapado un tiro con el que hirió a Rafael Simón Urbina en la pierna derecha.

La situación ya se había desbordado, los encolerizados hombres de Urbina comenzaron a increpar a Delgado Chalbaud, cuando llegaron al patio Domingo Urbina, Mijares y Díaz apuntaron al presidente y accionaron sus armas. 

Cuando el presidente se desplomaba, Pedro Antonio Díaz le asestó otro disparo. Los demás asesinos dispararon contra el edecán Bacalao Lara. Al chofer y al escolta motorizado, los dejaran amarrados.

Luego de que el grupo abandonara la quinta Maritza, Bacalao malherido como estaba logró arrastrarse hasta una residencia vecina y pidió a los habitantes que dieran aviso a Miraflores de lo que había pasado.

Apenas se recibió la llamada de auxilio de Bacalao Lara, se inició la persecución; patrullas y camiones cargados de tropas salieron hacia la quinta Maritza para establecer la ruta de huida de los agresores.

Carta desde la embajada

Siguiendo los pasos del plan, la esposa del jefe conspirador, María Isabel de Urbina entró en la sede diplomática de Nicaragua a las 9:20 de la mañana, a solicitar asilo político al embajador.

Unos minutos después entraron Carlos Mijares, Pedro Díaz y Domingo Urbina cargando a Rafael Simón.

Más tarde, Simón Urbina le dictó a su esposa una carta que debía ser enviada al comandante Marcos Pérez Jiménez -integrante de la Junta de Gobierno Militar-, en ella le decía entre otras cosas, lo siguiente: «Desde que llegué al país deseé que usted fuera el presidente, el comandante Delgado Chalbaud está gravemente herido, yo estoy en las mismas condiciones en la embajada de Nicaragua, donde le pido protección».

De esta manera Marcos Pérez Jiménez fue señalado por Rafael Simón Urbina como el mentor de la operación de secuestro de Delgado Chalbaud.

Muerte de Urbina

Según el comunicado oficial, Urbina se refugió herido en la Embajada de Nicaragua, y el mismo día se presentaron allí el prefecto de Caracas y el jefe de Policía. Éstos se entrevistaron con Urbina y le convencieron de que saliera de la Embajada.

Al abandonar el edificio fue detenido y trasladado a la cárcel del Cerro del Obispo. Luego decidieron trasladarle a la cárcel Modelo, pero en el trayecto fue muerto por sus guardianes.

Su muerte da a entender que los demás integrantes de la Junta Militar no deseaban aclarar toda la verdad del suceso. 

El magnicidio cometido, provocó una crisis política nacional y obligó a reorganizar la Junta Militar y convertirla en una Junta de Gobierno que de inmediato se encargó de la Presidencia de la Junta el doctor Germán Suárez Flamerich.

En realidad, éste fue el comienzo de una carrera ascendente del comandante Marcos Pérez Jiménez hacia la usurpación de la Presidencia de la República, que no abandonó hasta que fue derrocado el 23 de enero de 1958.

En los días siguientes se erigió un tribunal para procesar a todos los que aparecían implicados en el magnicidio. 

 

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.