Citlalli López
Un día después del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Vilma fue asesinada en su casa en Ciudad Ixtepec. Veinticuatro horas más tarde, le arrebataron la vida a Agustina, en Salina Cruz.
Ambos asesinatos, cometidos en el estado de Oaxaca, estuvieron antecedidos por la agresión con arma punzocortante de un sujeto contra fotoreportera Érika Juárez durante la cobertura de la marcha en la capital del estado.
“Hay un sello de misoginia extrema contra las mujeres y las niñas que se ha alimentado por la falta de justicia, de una educación en las escuelas, en las instituciones en donde no se toleren las expresiones de violencia”, señaló Ana María Hernández Cárdenas, integrante de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad.
Indicó que hay un mensaje contundente de las mujeres y niñas que exigen un alto a la violencia, y en paralelo otro de impunidad y negligencia.
Angélica Ayala Ortiz, presidenta del Grupo de Estudios Sobre la Mujer Rosario Castellanos mostró su preocupación por el contexto que viven las mujeres en el Istmo de Tehuantepec. Con el asesinato de Vilma se establece que 56% de feminicidios se han cometido en esa región.
“Nos preocupa que la región del Istmo acumule 56% de violencia feminicida; más de la mitad de los asesinatos violentos han ocurrido en esta región sin que establezcan acciones urgentes dentro de un plan integral de seguridad que proteja la integridad, la libertad y la vida de las mujeres”, destacó.
Apenas el 8 de marzo mujeres de Ciudad Ixtepec se movilizaron para exigir un alto a los feminicidios y respeto a los derechos de las mujeres. Recorrieron las calles haciendo su exigencia. Un día después, obligadas por la violencia, volvieron a las calles para gritar fuerte el nombre de Vilma.
Vilma tenía 45 años y la noche del 9 de marzo fue hallada en su domicilio, sin vida, con marcas de golpes en el cuerpo y el rostro. Su cuerpo fue hallado por uno de sus hijos.
“Hoy estamos por Vilma, pero también por cada nombre escrito en una cruz del panteón, por cada una de las mujeres enterradas en cada panteón, estamos aquí una pequeña cantidad de mujeres incansables y cansadas de que nos estén matando”, expresaron.
Agustina, de 60 años, también fue asesinada en el interior de su domicilio en Salina Cruz. Recibió dos disparos por arma de fuego. Falleció en el hospital el 10 de marzo.
