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El caso "maníaco del arcoiris"; culpable de la muerte de 13 en Brasil

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Foto(s): Cortesía
Redacción

 La Policía Civil anunció en 2008 que arrestó en la localidad de Osasco, en la Gran Sao Paulo, a un ex sargento de la Policia Militar (PM) que resultó ser el principal sospechoso de haber asesinado a 13 homosexuales en un parque paulista. La justicia dispuso su prisión temporaria por 30 días. 

El policía retirado era buscado por ser el supuesto asesino en serie de 13 homicidios registrados entre febrero de 2007 y agosto de 2008 en el Parque dos Paturis, en Carapicuíba, un lugar de encuentros gays al sur de Sao Paulo. La policía bautizó al presunto asesino en serie como el "maníaco del arco iris", en alusión a los colores que identifican a lesbianas, gays, bisexuales, travestis y transexuales. 

El investigador jefe Fernando Fortunatto había indicado que el ex sargento, Jairo Francisco Franco, estaría ligado a otros dos asesinatos en la zona metropolitana de Sao Paulo, uno de ellos un homosexual, con una pistola de calibre 380. Un arma de igual calibre fue usada en 12 de los 13 crímenes cometidos en el Parque dos Paturis. "Es una buena pista que necesitamos investigar", declaró Fortunatto antes del arresto a la agencia noticiosa Estado. 

Las sospechas aumentaron después de que los investigadores descubrieron que el ex sargento frecuentaba el Parque dos Paturis, según la agencia Globo. Según medios locales, el hombre trabajaba como agente de seguridad en Osasco y fue detenido luego que un testigo declaró que le había visto disparando varias veces contra un hombre negro. 

Las 13 víctimas del parque eran gays, y 12 fueron asesinados a tiros (once baleados en la cabeza y uno en todo el cuerpo). Uno fue muerto a palazos. Fortunato designó 15 investigadores para el esclarecimiento de los homicidios. El supuesto maníaco "piensa que está haciendo una limpieza. No le gustan los homosexuales, los odia", dijo el investigador.

Los asesinatos en serie de homosexuales no son algo nuevo: casos en diferentes partes del mundo han horrorizado a la opinión pública como "El Sádico" en el D.F. de México en el 2005 o el "Carnicero de Milwaukee" en USA durante la década de los 80's. 

 

 

"El Sádico" 

A principios del  2006, elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) detuvieron a Raúl Osiel Marroquín Reyes, alias "El Sádico", de 25 años de edad, a quien se le relaciona con el secuestro de seis jóvenes homosexuales, de los cuales asesinó a cuatro, en complicidad con un segundo sujeto que lo habría ayudado. 

De acuerdo con la corporación policíaca, el modus operandi del "Sádico" era contactar a hombres jóvenes en bares y discotecas de la Zona Rosa, en donde hacía amistad con ellos para después invitarlos a algún hotel de los alrededores. De ahí los interrogaba para saber si contaban con recursos económicos. Si contestaban afirmativamente, los llevaba a un departamento del cual era dueño donde eran sometidos, torturados y asesinados. 

En caso contrario, eran dejados en libertad. "Se me facilitaba engancharlos para llevarlos a mi departamento, y no batallar en coordinar una operación con armas y vehículos, las víctimas acudían por su voluntad a mi departamento donde las sometía", indicó el Sádico.

El "Sádico" secuestraba a sus víctimas y pedía rescate por ellas. El cautiverio de las víctimas duraba entre cinco y siete días, donde eran torturados y posteriormente ahorcados con una soga, para después ser "enmaletados" y abandonados en la vía pública. Incluso, a una de sus víctimas le quitó la piel de la frente y formó con ella una estrella. Según la AFI, esta acción fue para desviar las investigaciones hacia una secta.

Marroquín era investigado desde noviembre del 2005, luego de la denuncia del secuestro del empleado de una televisora. Esta persona apareció muerta el 9 de diciembre de ese año, en las inmediaciones de la estación ferroviaria Chabacano, donde también abandonó a un estudiante de 20 años, plagiado días antes. También se le consideró responsable de dos jóvenes de 23 años, quienes desaparecieron los días 17 y 18 de diciembre de ese mismo año y fueron encontrados dentro de una maleta en la colonia Asturias de la ciudad de México el 23 del mismo mes. 

El detenido confesó estos asesinatos, así como el de un empleado de 28 años, a quien conoció en un restaurante de la Zona Rosa y después llevó a un hotel, donde fue encontrado con vida atado de pies y manos. También se le imputa el de una persona que trabajaba en un restaurante, a quien secuestró y después liberó en la estación de tren, La Viga. "Le poníamos una soja alrededor de su cuello lo levantábamos con un gancho que habilite en un departamento que rente y lo colgábamos alrededor de cuatro minutos hasta que murieran", declaró Raúl Osiel. 

El detenido, quien es ex sargento del Ejército mexicano y desertor de la carrera de medicina, declaró no ser homosexual y no estar arrepentido de sus crímenes. Incluso, afirmó que "hacía un bien a la sociedad, pues esta gente (los homosexuales) hace mal a la infancia". 

 

 

El carnicero de Milwaukee 

Un caso similar al del "Sádico" se dio en USA y recayó en la figura de Jeffrey Lionel Dahmer, mejor conocido como "El carnicero de Milwaukee", un asesino en serie cuyo perfil psicológico es prototípico de un hombre carente de todo aquello que permite llevar una vida normal. 

Dahmer nació el 21 de mayo de 1960. Su padre era un conocido investigador químico y su madre, una neurótica emotiva y autocompasiva. Desde pequeño sufrió falta de atención, misma que se agudizó con el divorcio de sus progenitores. Estos hechos provocaron una distorsión en su carácter. A los 11 comenzó a beber y masturbarse mirando revistas para homosexuales y a los 16 ya se emborrachaba. A los 17, se fijó en un joven que solía correr delante de su casa y sintió un deseo de posesión hacia él. 

Como tenía temor para hablarle frente a frente, optó por tomar un bate de béisbol y esperarlo cuando pasara para atacarlo, sin embargo, al joven ya no se le vio por la zona, lo cual lo salvó de ser la primera víctima de Jeffrey Dahmer. Comenzó a frecuentar los saunas de Milwaukee, donde conoció a algunos homosexuales y con algunos llegó a tener relaciones, sin embargo, le resultaba difícil mantener la erección mientras sus parejas estaban despiertas, por lo que optó por dormirlos con somníferos antes del acto sexual, lo que sólo ocasionó que cuando volvían en sí no querían saber más de él. 

Esto hizo que comenzara a buscar cadáveres para satisfacer sus instintos sexuales. Incluso, en una ocasión asistió al funeral de un muchacho de 18 años, a quien quería desenterrar Una de sus primeras víctimas fue un joven negro al que le ofreció una bebida dopada. Tuvo relaciones con él y se durmió. Al despertar, vio el cuerpo ensangrentado, pero afirmar no recordar lo sucedido. Lo que sí revivió fue que se levantó, envolvió el cuerpo en una maleta, lo llevó a casa de su abuela, lo desmembró, le cortó la cabeza, la cual hirvió y blanqueó. 

Ese fue el inicio de una cadena de asesinatos en los cuales seguía el mismo modus operandi: acudía a los lugares de reunión de los homosexuales, ubicaba a su víctima potencial, platicaban, le ofrecía bebidas con somnífero y cuando la víctima se encontraba indefensa, los estrangulaba. Acto seguido abrazaba el cadáver y pensaba cómo conservar sus cabezas, las cuales conservaba en una especie de altar. 

El 30 de enero de 1989 fue declarado culpable de atentado contra el pudor por seducir a un menor de 13 años con propósitos indecentes. Por ese mismo lapso de tiempo, mató a otro joven, a quien mutiló y pintó su cráneo de aerosol. En 1990, se mudó a un piso en donde adquirió una mesa y dos grifos de plástico en el cual extendía los restos de sus víctimas. Les tomaba fotos Polaroid, congelaba sus órganos, se comía parte de su carne y hervía el resto en una olla antes de vaciarlos a un contenedor con ácido. Incluso, en su locura pensó en crear zombies que se pudieran conservar sin deteriorarse. 

A veces, se bañaba con los cadáveres y guardaba los corazones en una congeladora. Sin embargo, y como dice el dicho, todo por servir se acaba. Un joven que estaba atado con esposas, y a quien Dahmer quería arrancarle y comerle el corazón, logró escapar, denunció el hecho a la policía, la cual fue a inspeccionar el lugar, el 23 de julio de 1990. Ahí encontraron a Jeffrey, quien espero tranquilo el arribo de los policías, no ocultó nada y no opuso resistencia a su inminente arresto. 

Dahmer fue enjuiciado el 27 de enero de 1992. Desde el principio, todo apuntaba a un trastorno mental como la principal causa que orilló a este hombre a cometer sus crímenes. Fue sentenciado a una pena total de 900 años de prisión, que no llegó a cumplir debido a que fue asesinado a golpes por un recluso en 1994. En Milwaukee se pensaba construir un museo de los horrores en el lugar donde Jeffrey fue arrestado, sin embargo, no se atrevieron a llevar a cabo el proyecto.

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