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Conoce a Hadj Mohamed Mesfewi, el famoso "archiasesin0 de Marrakech"

macabrona-portada
Foto(s): Cortesía
Redacción

Si hay algo que parece estar confirmado en la historia del crimen, es que la mayoría de las víctimas suelen ser mujeres de todas las edades y clases sociales, y en ese listado sombrío de criminales aparece uno terrorífico llamado Hadj Mohamed Mesfewi, quien en el siglo XIX fue el autor de casi 40 muertes y se lo llamó en aquel entonces "El archiasesino de Marrakech" debido a su procedencia marroquí.

Acerca de sus primeros años poco se sabe de Mesfewi, ya que nació a mediados del siglo XIX en la ciudad de Marrakech y se desempeñó como comerciante y zapatero en aquella localidad marroquí. El asunto es que con el inicio del siglo XX las desapariciones y muertes de mujeres en aquella región eran numerosas y preocupantes, aunque las autoridades locales tenían pocas pistas para dar con el asesino serial.

Con el tiempo y las confesiones se supo cómo era el modus operandi del criminal, es que Hadj tuvo en una mujer de 70 años (llamada Annah Rahali) a la cómplice de las muertes, ya que entre ambos invitaban a las mujeres a comer, luego las drogaban y las mataban cuando dormían.

 

 

Sin embargo, el reinado de muerte pronto llegó a su fin, ya que la cómplice del criminal fue atrapada por familiares de una de las víctimas, y torturada hasta morir para lograr la confesión de los crímenes que llevaría a la policía a las puertas de Mesfewi.

La confesión de la mujer indicó que el autor intelectual y generalmente material era Hadj Mesfewi, por lo que los agentes del orden fueron a buscar al marroquí, que terminó confesando las muertes, con lo cual la policía logró rescatar 20 cuerpos (algunos enterrados en el comercio del matador y otros en su vivienda particular) pero los otros nunca aparecieron.

Tras la muerte de Annah, el asesino fue llevado a un juicio en los Tribunales de Marrakesh y en mayo de 1906, fue condenado a muerte, y en principio la pena capital se llevaría cabo mediante la crucifixión, aunque un grupo de diplomáticos lo consideró como altamente brutal, luego pasó a ser por decapitación, pero la gente local quería verlo sufrir y por unespacio de algunos días, era llevado a la plaza pública y azotado ante la mirada de los ciudadanos.

 

 

En junio de ese año, se definió cómo sería el castigo del asesino serial marroquí: a través del llamado "inmurement", que literalmente significa "amurallado" en la lengua latín. es decir, que dos albañiles construyeron un celda de ladrillos de casi dos metros de alto por algo más de medio de ancho, y allí el condenado quedaría encerrado sin comida, agua y en total oscuridad hast la muerte (por hambre o deshidratación).

Durante unos días, hasta el 13 de junio de 1906, los gritos de piedad de Mesfewi se escuchaban desde varias cuadras a la redonda, pero el perdón judicial y divino nunca llegó para el hombre que mató a 36 mujeres en Marruecos.

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