Diana avanzó en su bicicleta por la calle Nuño del Mercado, en el centro de Oaxaca. La tarde aún clareaba, vestía jeans y playera, de pronto un hombre se le acercó y tocó sus nalgas, le habló de forma obscena. Ella tuvo miedo pero lo encaró, sacó su celular y comenzó a grabarlo. El acosador, no contento con su acción, la insultó, tomó piedras y logró golpearla en la cabeza y la cara, huyó.
Facebook se convirtió en aliado de Diana en donde publicó su historia. Ella sabe que debe denunciar ante el Ministerio Público y lo hará. El acoso callejero está considerado en México como acoso sexual y es un delito que puede castigarse hasta con tres años de prisión. Sólo debe ubicar al agresor, no sabe si alguien más ha sido víctima del mismo sujeto. Las cifras gritan pero son frías hasta que una mujer más se convierte en víctima.
8 DE CADA 10 MUJERES SON VÍCTIMAS DE ACOSO CALLEJERO
¿QUÉ ACCIONES SON ACOSO CALLEJERO?
-Miradas lascivas
-“Piropos”
-Silbidos, besos, bocinazos, jadeos y otros ruidos
-Gestos obscenos
-Comentarios sexuales, directos o indirectos al cuerpo
-Fotografías y grabaciones del cuerpo, no consentidas y con connotación sexual
-Tocaciones (“agarrones”, “manoseos”, “punteos”)
-Persecución y arrinconamiento
-Masturbación con o sin eyaculación y exhibicionismo
En perfiles de redes sociales de Oaxaca, diariamente, mujeres dan cuenta a través de su testimonio del acoso callejero y también del temor que esto ocasiona a su vida modifican su rutina diaria por miedo a reencontrarse con el o los agresores, cambian los horarios en que salen a la calle, prefieren caminar en compañía de otra persona, modifican su modo de vestir buscando desincentivar el acoso, sin embargo el abandono que existen en calles de la ciudad con poca iluminación y sin vigilancia las hacen inseguras.
Las calles del primer cuadro del Centro Histórico, inmediaciones del Parque del Amor, la ruta de atletismo sobre el Cerro del Fortín, las inmediaciones de Ciudad Universitaria o del Mercado de Abasto, son focos rojos y donde se registran el mayor número de agresiones, aseguran grupos feministas de Oaxaca.
Las denuncias por acoso callejero remotamente derivan en una denuncia por la desconfianza que existe de la actuación de las autoridades y del poco acompañamiento para las víctimas coinciden las agredidas en sus comentarios en redes sociales, por eso, el grueso de las mujeres atacadas buscan, en internet, un aliado para exhibir su indignación y tratar de hacer un frente, uno que entere a otras mujeres y busquen eludir zonas peligrosas, aunque eso signifique, seguir viviendo con miedo y confiriendo a los agresores una especie de inmunidad.
