El arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos pidió ayer a los fieles católicos ser verdaderos guadalupanos y trabajar por la justicia y la paz.
“Basta ya de tanto sufrimiento”, demandó.
En la homilía de la misa oficiada en el atrio del Santuario de Guadalupe, por la festividad de esa advocación mariana, sostuvo que la Morenita del Tepeyac quiere un Oaxaca donde reine la justicia, la paz, el amor, la fraternidad y la solidaridad.
“No más dolor que causamos a veces por no vivir en la paz”, reclamó.
Ante decenas de creyentes, expuso que los oaxaqueños no deben desaprovechar la gran oportunidad ofrecida por la Virgen de Guadalupe, para vivir en armonía y en paz, y así mirar a los ojos de sus hermanos con amor, respeto y veneración.
“Basta ya de humillar, de ofender, de despreciar; ella nos quiere fraternos y solidarios”, anotó.
La virgen –recalcó–, “quiere ver en nosotros la fraternidad, el amor, la justicia y la paz, que son cosas propias del reino de Jesucristo”.
Por eso, requirió no creerse superior o mejor que los demás, pues todos son hermanos e hijos de Dios y sobre todo, porque la persona más humilde y sencilla es tan grande como todos.
“A mi no me da grandeza ser obispo, a usted no le da grandeza ser un abogado, un maestro, un ingeniero o un arquitecto, porque la grandeza está en ser hijo de Dios”, apuntó.
Además, demandó dejar atrás las soberbia y vanidad, porque impedirá a Dios hacer su obra en cada uno.
“Los soberbios creen que pueden todo, pero es mentira, solamente podrá con la fuerza divina, por eso, abra su corazón, conserve la humildad, porque Dios quiere hacer maravillas en usted”, señaló.
Vázquez Villalobos dijo que la Virgen de Guadalupe, por su mano izquierda color morena y su mano derecha color blanco, es la madre de todos los oaxaqueños.
“Esté orgulloso de su color, identifíquese con ella, es nuestra madre, la madre de todos, la humilde y sencilla mujer”, indicó.
