La parroquia de La Inmaculada de Juquila dedicó este año su monumento de la Semana Santa a la justicia para los niños, especialmente a quienes fueron vícti mas de la pederastia del sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, condenado recientemente a 16 años de prisión.
“La sentencia alimenta la esperanza de que es posible lograr la justicia”, afirmó el párroco Manuel Arias Montes, quien denuncia la pederastia clerical.
Explicó la comunidad católica dedicó su monumento a la justicia para los niños de la muestra del fruto de la fe en Jesucristo porque llegó “aunque no como hubiéramos querido”.
“Aunque es la primera sentencia a un pederasta clerical en México, tardó mucho en llegar”, recalcó.
Subrayó que la condena a Silvestre Hernández anima a no doblegarse ante la desesperanza y luchar por la justicia, especialmente en favor de los niños, quienes fueron atropellados física y psicológicamente por un sacerdote.
“Es fruto de la fe en Jesucristo porque los niños son su presencia viva entre nosotros y como dice el papa Francisco, el clero y los obispos tendrán que rendir cuentas de sus acciones, cuando abusen y no los protejan”, señaló.
El doctor en Teología por la Universidad de Tübingen, Alemania, dijo que las agresiones del sacerdote Silvestre Hernández no iban a quedar sin respuesta de Dios porque los niños son sus privilegiados.
“No es alegrarse por el mal de alguien sino por la justicia de Dios”, apuntó.
A su vez, la señora Rosa Herrera Hernández, integrante de la Pastoral Social de la parroquia, dijo que el monumento fue dedicado a la justicia para los niños porque el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello no impartió justicia sino encubrió a sacerdotes “mal encaminados y con el alma podrida”.
