"Los mexicanos y los oaxaqueños no queremos partidos políticos que nos partan, sino que compartan las sugerencias e iniciativas que nos ayuden a mejorar como sociedad", declaró el arzobispo José Luis Chavez Botello, al solicitar a los nuevos legisladores oaxaqueños trabajar realmente al servicio del pueblo.
En entrevista, y a propósito del relevo de diputados locales, el jerarca dijo que "los partidos políticos y los ciudadanos tenemos que aprender a sumar, no a restar y menos a dividir".
De cara a los nuevos tiempos políticos de Oaxaca, que empezaron ayer con el arribo de los diputados de la nueva legislatura, y próximamente con el relevo en la gubernatura, Chávez Botello agregó que "no es mediante la condena a quienes piensan diferente, sino acercándonos, escuchando y caminado hacia adelante como podemos solucionar o superar diferencias y obstáculos".
Agregó que es necesario revisarnos cada uno como ciudadano, y reflexionar sobre la necesidad imperiosa de abonar todos para el bien común", agregó el titular de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, al tiempo de expresar su preocupación por la corrupción, la violencia y la injusticia social.
Acercar, escuchar y enfrentar los problemas con valor civil, es más importante que estarnos condenando por medio de las redes sociales, apuntó.
A la luz de los nuevos cambios políticos en la entidad, el jerarca de la Iglesia Católica llamó a los oaxaqueños abrir su corazón al amor, y dejar de lado los problemas de resentimiento y frustración.
Luego, al reconocer que muchos ciudadanos perdieron la confianza en sus autoridades, expresó que la recuperación de la credibilidad tiene que trabajarse, a través del acercamiento y sobre todo, escuchando y tomando en cuenta las opiniones ciudadanas.
En relación a la decisión de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, que rechazó el dictamen de tres iniciativas para reformar la Constitución, incluida la enviada por Peña Nieto, en materia de matrimonios igualitarios, Chávez Botello se declaró respetuoso y pidió no marginar ni condenar a quienes piensan diferente, pero tenemos que ser congruentes con la naturaleza.
