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Humildad en el corazón, pide Arzobispo de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Luis Ignacio Velásquez

“No hay que creernos tanto; hay que estar cerca del pueblo, hay que tener humildad de corazón”, aconsejó el arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos, a su obispo auxiliar Gonzalo Alonso Calzada Guerrero, en la misa de despedida del nuevo titular de la Diócesis de Tehuacán, Puebla.


En el Seminario Pontificio de la Santa Cruz, donde se ofició una misa concelebrada para dar también las gracias a Calzada Guerrero por su labor pastoral en la entidad, el mitrado dijo que quiere que siga siendo un obispo cercano a la gente, “porque eso es lo que pide nuestro pueblo; es lo que desea”.


Expresó que los feligreses y los mismos sacerdotes los tienen en un lugar muy alto. “Nos miran como los sucesores de los apóstoles, así lo creen, así lo sienten y así lo viven, pero a la vez no nos quieren en ese lugar alto, sino con ellos, sin perder esa altura, -como nos ven ellos-, siempre cercano a ellos. Así viviste aquí”.


“No hay que creernos tanto; para ellos somos muy grandes pero si guardamos esa sencillez y esa humildad de corazón todavía seremos más grandes en el corazón de ellos; a veces cuesta porque el tentador también quiere que se meta el orgullito, el orgullito, de que nosotros somos obispos y como tales merecemos algunas atenciones muy especiales y eso no permite que seamos sencillos y humildes con nuestra gente; sé que has aprendido a ser obispo en un pueblo sencillo y humilde”.


Con familiaridad y sentido del humor expresó que no sabe si en Tehuacán hay tlayudas. “Ah, ah, dice que va a entrarle a las caderas, -jajajajajajajaja-, el mole de caderas ya está preparado, ya tiene el restaurante; claro, es el obispo y le abrieron un restaurante; ¡ah! te lo mandó un padre de aquí; bueno, mole de caderas, te acuerdas de nosotros que comemos tlayudas. Cuando estés en tu reino te acuerdas de nosotros, en este pueblo humilde y sencillo aprendiste a ser obispo, no dejes de ser ese obispo humilde y sencillo, entregado, de corazón generoso, no dejes de hacer eso”.


Ante un altar levantado en el patio del seminario, en torno al cual se congregaron cientos de feligreses y sacerdotes, Vásquez Villalobos subrayó que quieren estar orgulloso de quien fue el obispo auxiliar en Antequera-Oaxaca.


Por su parte, Calzada Guerrero consideró una bendición llegar a la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca hace 5 años y 9 meses. “Una bendición el poder encontrarme con mis hermanos sacerdotes, conocer sus servicios, su entrega, su sacrificio, en bien de sus comunidades”.


“Ahora Dios me bendice al enviarme a una iglesia hermana, la Diócesis de Tehuacán, que muchos de los sacerdotes recuerdan con mucho cariño; es una bendición para mí y quiero compartirla con ustedes, quiere que ustedes se sientan de alguna forma responsables de esto también, ahora sí que por su culpa me mandan para allá”.


El Arzobispo de Antequera Oaxaca aseveró que ningún sacerdote quiere ser malo. “Por nuestra voluntad no queremos serlo pero reconocemos nuestras debilidades. Don Gonzalo tiene sus limitaciones y defectos, pero está lleno de virtudes también y ésas hacen que los defectos no crezcan, sino que vayan siendo eliminados de la vida. Monseñor yo quiero que siga siendo un obispo cercano al pueblo”.

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