A la Iglesia Católica no debe delegar ni descuidar la oración con más intensidad para pedir a Dios la curación de los enfermos y paz eterna de los muertos por el coronavirus, así como fortaleza y salud a los agentes sanitarios y sabiduría a los gobernantes, afirmó el obispo de la Prelatura Mixe de María Auxiliadora, Salvador Murguía Villalobos.
“Hemos intensificado la oración, las celebraciones litúrgicas, sobre todo las misas, las prácticas piadosas y los ayunos, para pedir a nuestro Padre del cielo su intervención”, asentó.
En un mensaje, el religioso sostuvo que esta actividad es muy propia de su vocación cristiana y de su ministerio pastoral, por estar convencidos de la milagrosa eficacia de la oración, sobre todo la litúrgica.
“Esto, lo seguiremos haciendo, aun cuando pase la emergencia”, añadió.
Sin embargo, destacó que la Iglesia Católica no es sólo la jerarquía, sino todo el pueblo de Dios y por tanto, debe estar implicado en ayudar a los afectados por el virus del COVID-19,
“Son Iglesia en acción los sacerdotes, religiosas, misioneros, obispos y el Papa, pero también los creyentes médicos, enfermeras, farmacéuticos, encargados de la limpieza, autoridades civiles, científicos, agricultores, transportistas, policías, empresarios, etc.”, agregó.
Resaltó que Jesús no sólo predicaba y oraba, sino también curaba enfermos, daba de comer a los hambrientos y consolaba a los tristes. “Nosotros no podemos seguir otro camino. Él nos dijo que el amor y el servicio misericordioso a los pobres es lo esencial en que demostramos ser sus seguidores”, añadió.
Además, observó que las obras sociales en favor de quienes están sufriendo esta pandemia, no deben ser para presumir, sino para la gloria de Dios y con el propósito de animar a otros a hacer lo mismo.
El prelado dijo una emergencia como la del COVID-19 debe ser derrotada en primer lugar con los anticuerpos de la solidaridad, porque no se puede permitir escribir la historia presente y futura de espaldas al sufrimiento de tantos.
"El amor y el servicio misericordioso a los pobres es lo esencial en que demostramos ser sus seguidores (de Dios)”.
Salvador Murguía Villalobos, Obispo de la Prelatura Mixe de María Auxiliadora.
