Pasar al contenido principal
x

Guadalupanismo, río desbordado

Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

La devoción desbordó en la explanada de la iglesia de la Guadalupe. Las grietas trazadas por los sismos de septiembre en cúpula paredes no detuvieron la celebración.


Los feligreses llevaron la esperanza por delante con el aroma de los ramitos de rosas y veladoras encendidas como ofrendas a los pies de la Virgen Morena, esta vez llevada a la capilla de Belén para ser adorada.
 


Palabras de esperanza


“Nosotros, devotos de Santa María de Guadalupe estamos llamados a gritar palabras de esperanza para nuestros hermanos. Dejar de lado los intereses egoístas, dejar de sentirnos el corazón del mundo y abrir nuestro corazón a las necesidades de los más pobres y necesitados”, indica el sacerdote bajo la carpa habilitada para la misa frente al templo en rehabilitación.


 



Gonzalo Alonso Calzada Guerrero, obispo auxiliar de Antequera presidió la ceremonia religiosa del mediodía. FOTO: Mario Jiménez Leyva

 


En los ojos de doña Guadalupe brilla la fe. La hacen soportar una larga espera con sus piernas endebles por los años y la enfermedad. Sólo busca ver de frente a la virgen morena y pedirle el milagro de la salud.


“Quiero que me de alivio, ya no aguanto, pareciera que todo me da vueltas todo el tiempo”, explicó la mujer llevando sobre su cuerpo el paso de 83 años.


Ella viajó de su casa ubicada en Santa Rosa Panzacola apoyada en un paraguas como bastón. Al llegar ya aguardaba una larga fila de feligreses por lo que tuvo que esperar más de una hora para poder ver a la virgen morena.
 


"Sólo pido que me de fuerzas"


“Yo vengo a verla a ella y le pedí que me diera fuerza para que no me pase nada, y ahí vengo despacito, despacito. Ya no aguanto mi pie, pero Dios es grande y la virgen. Le pido que me de fuerzas”, exclama.


 



Largas filas se observaron ayer en el santuario de Guadalupe para rendir tributo a la morenita. FOTO: Mario Jiménez Leyva

 


Más adelante, sobre la misma fila va Dulce y Virginia Montes. Por tradición familiar cada año acuden al santuario el 12 de diciembre, desde hace cinco años la ocasión es aún más especial. Llevan agradecimientos por haber devuelto la salud de Dulce.


“Yo tardé mucho en poder embarazarme pero gracias a Dios ya tengo a mis dos hijos, ahora vengo a agradecerle”.
 


Ni el frío los contuvo


La celebración en torno a la virgen de Guadalupe en la capital del estado se convierte en una de las principales fiestas de la comunidad católica. El festejo inicia con las mañanitas entonadas antes de que salgan los primeros rayos del sol. En torno a la celebración, sobre el parque el Llano se instalan juegos mecánicos y puestos de antojitos.


Lo mismo se instalan escenografías del cerro del Tepeyac para la tradicional fotografía de los niños vestidos de Juan Dieguitos y las niñas de Marías.

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.