La ciencia médica, apoyada con la oración, es más eficaz para que sanen los pacientes de coronavirus COVID-19, afirmó la directora general de una clínica perteneciente al Centro de Alabanza y Proclamación (CAP) Oaxaca-México, María de la Luz Portillo Salinas.
“Y cómo no hablar de ello, si uno de los múltiples casos es mi hermano quien sanó en contra de todos los pronósticos clínicos, porque le daban nulas posibilidades de vida”, asentó.
La doctora dijo que su hermano se contagió a fines del año pasado en la Ciudad de México, donde radica desde hace algunos años, pero en pocos días su estado de salud se agravó y pasó a ser crítico.
“Eso ameritó su hospitalización, sin embargo, como fue justo en la celebración de la Navidad, los hospitales públicos y privados estaban saturados”, añadió.
Explicó que su familia pudo encontrar un espacio en un hospital general donde fue ingresado a terapia intensiva, sin pasar siquiera por urgencias.
“Pero, el tratamiento médico y oración dieron frutos, y el 8 de enero, fue dado de alta, después de estar intubado y con un pronóstico de vida reservado”, anotó.
Por eso, subrayó que la oración y la fe son fundamentales durante el tratamiento a los pacientes, porque ponen en Dios su sanación.
"El poder de Dios"
Muchas situaciones inexplicables ocurrieron para el común de las personas, entre estos, dos hechos milagrosos, encontrar una cama de hospital para mi hermano y que solo haya estado intubado menos de 48 horas.
“Las pruebas son para recordarnos el poder de Dios”, apuntó.
Destacó que ahora algunos médicos y especialistas la buscan para auxiliar a sus pacientes, sobre todo, cuando los casos se han complicado, porque el tratamiento y oración hacen su efecto.
“Varios pacientes se sometieron al tratamiento acompañado de la oración, sobre todo los creyentes en Cristo, pero también incrédulos”, agregó.
La especialista dijo que los resultados son sorprendentes, porque dando siempre la gloria y la honra a Dios, todos los pacientes han librado con éxito la batalla contra el coronavirus.
Testimonio
Uno de esos pacientes, César Peralta Rodríguez dio su testimonio del tratamiento médico, apoyado con la oración.
“Cuándo el virus llegó a nuestra casa por un descuido, clínicamente tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir, pues estaba finalizando un tratamiento preventivo de quimioterapia, mis defensas estaban por los suelos y con algunos efectos secundarios del medicamento. Tuve miedo, pero confié plenamente en Dios, seguí las instrucciones de la doctora Luz y salí rápido, sin hospitalización, ni complicaciones”, contó.
