El arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos llamó ayer a los sacerdotes a vivir intensamente la comunión y permanecer unidos, así como a no desatender a los enfermos durante esta pandemia.
“Sólo así vamos a vivir en paz, felices, caminando y ejerciendo el ministerio con gratitud a Dios y con entrega generosa”, asentó.
Durante la homilía de la Misa Crismal de la Semana Santa, oficiada en el Seminario Pontificio de la Santa Cruz, el pastor religioso sostuvo que la comunión y la unión resultan fundamentales entre los sacerdotes, porque solamente así creerá el mundo.
“Su obispo necesita vivir la comunión con sus sacerdotes y ustedes con su obispo”, asentó.
Ante vicarios episcopales, decanos y presbíteros, expuso que los sacerdotes necesitan estar siempre unidos en torno a Cristo, cabeza y pastor de la Iglesia Católica, dispuestos a ser ofrenda agradable a Dios y desgastando por sus hermanos.
“Nos debemos ofrecer generosamente a Nuestro Señor en el ejercicio de nuestro ministerio, sin reserva y a vida completa, no a tiempo completo”, agregó.
Además, subrayó que los presbíteros necesitan consolar a sus fieles quienes están sufriendo los estragos de la terrible pandemia del coronavirus COVID-19.
“Nuestros enfermos necesitan atención y a veces, no vamos porque tenemos miedo a ser contagiados, porque tal vez lo primero que preguntamos ¿tiene COVID? y si tiene COVID, no vamos. Si nuestros hermanos nos dicen que no tienen COVID, a veces no les creemos y no vamos. No reconfortamos a nuestros enfermitos”, apuntó.
Por eso, pidió a los sacerdotes recurrir a la tecnología y ocupar los medios de comunicación disponibles para consolar no solamente a los enfermos, sino también a sus familiares que se están desgastando y sufriendo mucho.
“Yo pensaría, ¿por qué no hablas con el enfermito?, ¿por qué no te comunicas con él?, ¿por qué no le haces una llamada por el teléfono celular?, ¿por qué no lo haces una videollamada para que lo puedas ver y él te pueda ver también? Y lo bendigas, y le ayudes a encontrarle sentido a su sufrimiento, a su dolor, a sus penas y así se una a la pasión redentora de nuestro Señor”, refirió.
"No seamos tibios"
Destacó que los sacerdotes pueden hacer algo por quienes sufren, porque ellos todavía creen en el ministerio sacerdotal, en el poder de la oración, en los sacramentos y en Dios.
“Así como somos listos para muchas otras cosas, también seamos astutos para poder atender a nuestros fieles en estas situaciones peligrosas, para que no los dejemos abandonados a su suerte. Ellos, en su casa y tú en la tuya, para tener una comunicación, para mandar un mensaje, un audio y otras tantas cosas”, agregó.
De esta manera, Vázquez Villalobos convocó a los presbíteros a no ser indiferentes ante los gritos de muchos de sus hermanos y mantener vivo el amor que ha sido la razón de su sacerdocio.
“No seamos tibios, disfrutemos el llamado que Dios nos ha hecho. Pues, cuando Dios deja de ser el centro de nuestra vida, todo pierde sentido”, afirmó.
Agradecimientos
“Estoy muy agradecido con todos ustedes, porque me han recibido desde hace tres años con espíritu de fe, de esperanza y de caridad. Porque me han comprendido y me aceptan como soy, con mis limitaciones y miserias. Estoy muy agradecido con todos ustedes”, expuso Vázquez Villalobos.
