El Heraldo
Un extraño suceso ocurrió el pasado 5 de diciembre en Vicenza, al norte de Italia, cuando una angustiada familia de una mujer de 28 años arribó a la iglesia de Santa María de Berico debido a que esta presentaba un comportamiento violento y errático, lanzando blasfemias y maldiciones.
La madre de la joven fue quien decidió llevarla a confesar, ya que estaba convencida de que esta se encontraba bajo influencia demoniaca. No obstante, al estar ante la presencia del sacerdote, su hija empezó a gritar y maldecir con al menos tres distintas voces y en diferentes idiomas, incluido el latín.
Según el diario local Il Corriere del Veneto, la mujer comenzó a correr por la iglesia; se subió a los muebles e incluso agredió a su mamá y al padre. Tuvieron que intervenir cuatro frailes para detenerla, así como el cura experto en exorcismos de Monte Berico, Giuseppe Bernardi.
Luego de sujetarla comenzaron un rito que duró cerca de nueve horas, pues comenzó a las once del día y se extendió hasta pasadas las 20:30 horas. En el procedimiento también se contó con el apoyo de otro sacerdote conectado en videollamada.
Al final, la mujer simplemente se desmayó, sus padres la levantaron y subieron a su auto para llevarla a casa. Después de eso, no se supo cómo siguió, pero los sacerdotes que participaron no tienen duda: se trató de una posesión demoniaca.
"Fue horrible, fue espantoso, porque alternaba tres voces distintas", dijo al Giornale di Vicenza uno de los testigos,. Al exterior del recinto también aguardaban una ambulancia y policías locales, pero nadie se atrevió a entrar.
El padre y hermano de la supuesta mujer poseída no consideraron que se tratara de algo diabólico, sino de una posible enfermedad psiquiátrica. Su madre, una mujer devota, fue quien insistió en que debía haber intervención religiosa para liberarla de la posesión que la quejaba. Al final los sacerdotes que la ayudaron coincidieron en que la mamá fue clave para la salvación de la joven, pues fue la única que tuvo fe y entendió que había "algo maligno".
La iglesia de Santa María del Monte Berico cuenta con cuatro padres exorcistas.
