VILLA DE ZAACHILA, Oaxaca.- Días antes de la celebración del Día de Muertos, en el mercado municipal Alarii se entremezclan los colores, los aromas y sabores de todos los productos que se ofrecen a los visitantes.
Desde huevo, chorizo o chicharrón, hasta enmoladas, enchiladas verdes, enfrijoladas y entomatadas, acompañadas de chorizo, huevo, tasajo, cecina o pollo frito, así como memelas y empanadas, para el desayuno.
O también, mole, coloradito, caldo de pollo, guías con tasajo, barbacoa, carne frita en salsa, chiles rellenos, carne asada, estofado y demás, para la comida. Tampoco faltan el tejate, el agua de chilacayota y el tepache.
Y para el postre, las empanadas de lechecilla, el marquesote, los polvorones, las roscas, los turrones, el arroz con leche, el dulce de calabaza y otras tantas delicias.
Además, las deliciosas nieves de sorbete, leche quemada con tuna, nuez, limón, vainilla, mango, melón, piña colada, pétalos de rosa, fresa y guayaba, entre otras.
La última capital zapoteca
Zaachila es el nombre oficial del municipio y conforme a la lengua zapoteca de donde proviene, significa “Larga hoja de verdolaga”. Sus raíces son: Zaachi: verdolaga y La: larga hoja. Se localiza a 25 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Zaachila fue la última capital zapoteca después de la caída de Monte Albán. La cronología del sitio está comprendida entre los años 1100 al 1521 D.C. “Casa de Zaachila”, es la denominación que toma en relación al rey precolombino de los zapotecas, llamado Zaachila yoo.
Exquisita tradición
Pero en esta época del año, lo que sobresale es el pan de muerto adornado, junto con las calaveras de azúcar, la caña, el cacahuate, la nuez, las velas, el copal y el mezcal para el altar.
Conocido también como pan bordado, este producto es único en Oaxaca y en México, porque no se elabora en ningún otro lugar, más que en este municipio, cuna de la cultura zapoteca.
Si bien, igualmente se vende el tradicional pan de yema del Día de Muertos, el pan adornado es el que más se comercializa en estos días, por su decoración con flores de colores vivos, hechas de masa y pintura vegetal.
Es apreciado no solamente por los habitantes de la Villa de Zaachila, sino también de la ciudad de Oaxaca de Juárez, Cuilápam de Guerrero, La Trinidad Zaachila, Santa Inés del Monte, San Miguel Peras y de otros municipios de los Valles Centrales, pero también en la Ciudad de México y en los Estados Unidos.
Se vende en Nueva York
El pan de muerto adornado o bordado que distingue a Zaachila. FOTO: Román Carlos
“El pan adornado se diferencia de todos, es resobado, con manteca, anís y canela. En ningún pueblo se hace este pan, sobre todo el adornado, porque tiene su chiste. En la panadería se hace desde 1969, es toda una tradición. Es valorado mucho por su elaboración; de todos lados llegan a comprar, de pueblos de la Sierra Sur, de San Miguel Peras, de Santa Inés del Monte, La Lobera, San Pablo Cuatro Venados y de la ciudad de Oaxaca. Cada año, también vienen a comprar mil 500 piezas algunos migrantes que son de aquí, para después venderlas a los paisanos en Nueva York. Hasta allá llega el pan”.
Roselía García Rodríguez, encargada de la panadería La Medallita
