La lluvia acompañada de fuertes vientos registradas la tarde del martes en la capital oaxaqueña derribó un árbol de laurel ubicado en una de las jardineras del zócalo, sin tener pérdidas materiales ni humanas.
Poco después de las siete de la noche, personal de la subdirección de Protección Civil municipal y del Heroico Cuerpo de Bomberos arribaron al lugar para quitar algunas ramas que impedían el paso por la zona.
De igual forma, el presidente municipal Oswaldo García Jarquín, acompañado por el director de Seguridad Pública y subdirectores de Proximidad Social y Protección Civil, supervisaron las acciones del personal.
El edil capitalino informó que la raíz de este emblemático árbol estaba seca, por lo que sería imposible volver a plantarlo.
Reconoció que es probable que los árboles que se encuentran en el zócalo también estén enfermos, por lo que trabajarán con especialistas para poder rescatarlos.
Por su parte, el director del Heroico Cuerpo de Bomberos, Manuel Maza Sánchez señaló que la caída de este laurel se debió a que no tuvo un tratamiento adecuado, pues muchos de los árboles de la capital tienen plagas y debido a que están secas su raices, sólo están sobrepuestos, como fue el caso del laurel.
Informó que la noche de ayer quitaron las puntas para evitar accidentes, pero continuarán su trabajo durante la tarde de hoy, además de que recibirán valoración sobre las causas que la caída.
Manuel Maza destacó que desde mayo se han caído en promedio 45 árboles de gran volumen, además de otros más pequeños en distintas zonas de la capital oaxaqueña.
Detalló que el árbol caído medía aproximadamente 30 metros de alto, mientras el tronco tenía una dimensión de dos o tres metros, y de acuerdo con ambientalistas, estos árboles pudieron haber sido sembrados entre 1875 y 1885.
