Por cada árbol que se corta en la ciudad de Oaxaca se deberían sembrar tres, pero la asociación Oaxaca Fértil denunció que en la mayoría de los casos no se planta ni uno.
Así, al año se pierden entre 700 a 800 ejemplares en la ciudad, tanto por obras públicas como por construcciones privadas, lo que mina la posibilidad de que en la ciudad se respire aire limpio.
La advertencia la hace el presidente de la organización Oaxaca Fértil, Jorge Cruz Alvarado, quien hizo notar que cada árbol que cuando se tala un árbol se refleja la falta de interés por el medio ambiente o la incapacidad de las autoridades para darle mantenimiento y evitar que con los años se conviertan en un riesgo para la ciudadanía.
En todo el estado no existe un inventario de arbolado urbano. Consultada al respecto, en la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable (Semaedeso) se informó que la cifra se calculará una vez que se cuente con un programa para ello.
Sin un inventario o censo oficial del número de ejemplares que existen en el municipio de Oaxaca de Juárez, estimó que en la ciudad existen al menos un centenar de árboles que rebasan los 50 años o incluso llegan a los cien años de vida y por falta de cuidados deben derribarse.
Talan arbolado urbano, pero no lo reponen. FOTO: Carlos Román Velasco
Talarlos no es la solución
Se trata de árboles de especies como la jacaranda, ficus, laurel, eucalipto o framboyán “que ya son un problema para la ciudad”, pues con fuertes vientos muchos se han venido abajo.
“Hemos llevado la propuesta a muchos candidatos para que rescaten el arbolado dañado, pero llegan a la presidencia municipal y no hacen nada por atenderlos”, aseguró Cruz Alvarado, quien rechaza que la tala sea la solución.
“Un árbol, por más antiguo que sea, no debería significar un riesgo si se le brinda un buen manejo, pero la mayoría tiene hongos, plantas parasitarias o plagas como el pulgón o el descortezador y no se ha hecho ninguna programación para su atención”, criticó.
Si bien hay árboles que por seguridad deben ser derribados, hizo ver la falta de compromiso con el ambiente para que sean plantados al menos tres nuevos árboles de especies que no dañan las banquetas, son endémicas y embellecen la ciudad, incluidos árboles frutales.
“Las pocas especies de animales que teníamos en la ciudad, como la ardilla, el tlacuache y los mismos pájaros se están yendo porque cada día hay menos árboles en la ciudad”, pero lo más importante es que no existen los ejemplares suficientes para producir la cantidad de oxígeno para un aire de mejor calidad.
E hizo una estimación: “Si con la población flotante que realiza sus actividades en la ciudad al día somos más de 500 mil personas y por lo menos requerimos tres árboles por habitante, deberían existir mil 500 en la ciudad, pero no llegamos ni a la quinta parte”.
